Época de dinastías, emperadores y ofrendas. Muchas leyendas giran en torno al nacimiento del Bimimbap, el plato coreano por excelencia de una gastronomía armoniosa y equilibrada. Ya sea en ceremonias, en palacio o en las calles de una ancestral Corea; este delicioso plato llega a los intramuros de Barcelona.
Escondido en la calle Minerva, entre el gentío de una zona famosa por el apogeo de empresas y empresarios, encontramos este pequeño pasadizo al corazón de Seúl. Sorpresa la nuestra al descubrir que MODU lleva en ese exacto paradero poco menos de un año. Un verdadero descubrimiento para apasionados como nosotros, ilustres viandantes de un extenso mundo gastronómico que recorre una cocina tan preciada como la coreana.
Cruzamos su diminuta puerta a un inmenso universo gastronómico, empujados por la incertidumbre de lo que nos espera tras de ella. Un paso en este hogareño restaurante coreano y nos encontramos con Geibbeum, encargada de MODU y nuestra guía personal. Así nos adentramos en un espacio que se rige por una filosofía explicita en su propio letrero. Una traducción literal de un nombre que da por hecho una mezcla de sabores, texturas y aromas capaz de embriagarnos.
Un espacio hogareño y acogedor donde solo se usan productos de raíz coreana distribuidos a este pequeño santuario. Una cocina que se rige por un hilo conductor, esa bandera coreana sustenta en forma de Bibimbap. Insignia de su cocina, nosotros lo pedimos de ternera. Arroz, cinco tipos de verduras y huevo, minuciosamente presentado; acompañado Miyeok Guk -una sopa de algas presente en toda celebración- y salsa Gochujang.
Nuestro siguiente bocado son dos pedazos de pollo frito al estilo coreano. Uno bañado en salsa de soja, ajo y miel; y otro en salsa picante. Para chuparse los dedos, aunque en MODU te lo intenten impedir con un par de pulcras fundas. Seguido de Tteokbokki, una pasta de arroz, delicia callejera.
Aconsejados por Geibbeum, nos pedimos otro estandarte de MODU. Jeyuk, carne marinada en salsa picante Gochujang acompañada con arroz. Perdición y lujuria en un plato fastuoso. El toque dulce corre a cargo de un Brownie de macha y un brazo de gitano relleno con crema de nata y judías rojas. Una auténtica experiencia, una aventura callejera, un éxodo mochilero por una Corea profunda, un completo recorrido gastronómico ocurrente al cruzar un soportal llamado MODU.
Esto es MODU, un armonioso refugio que sostiene los cimientos de una ancestral cocina coreana bajo un apacible lema: ¡Todo junto!
MODU Korean Bowl
Carrer de Minerva, 8, Barcelona
Horario: De 12.30 a 16 y 19.30 a 24 horas / Domingo cerrado
Precio medio: 10€
Texto: Alejandro Moneva
Fotos: Kathrin Behrens