Con un amargor en exceso, quemados, torrefactos o en cápsulas, no hay duda que los amantes del café lo tienen difícil. Afortunadamente, cada vez es más frecuente encontrarse con pequeños oasis donde poder disfrutar y beber un buen café.
Entre esos oasis se encuentra Monkee Koffee, un local que se ha unido a la revolución del café. Al frente de este proyecto están Óscar y Salva, dos apasionados del café que han viajado por todo el mundo y conocen a la perfección la cultura cafetera.
Su objetivo es claro, “queremos que las personas disfruten del café y se sientan cómodos”. Lo han conseguido. En Monkee Koffee es frecuente encontrar a grupos de amigos hablando tranquilamente alrededor de una mesa presidida por cafés, freelances con sus portátiles totalmente concentrados o guiris haciendo una pausa para descansar antes de continuar descubriendo Madrid.
En Monkee Koffee encontrarás un café único. Único por ser creado por ellos y tostado especialmente para ellos. Su blend es una mezcla equilibrada de café procedente de Brasil, Colombia, Guatemala y Etiopía: “Una mezcla conseguida después de probar y probar hasta encontrar ese café del que nos sintiésemos orgullosos” comenta Óscar. Y están tan orgullosos de su café que te recomiendan que lo tomes en vaso, para que así puedas apreciar el color que tiene un café bien hecho.
Pero para que un café sea de calidad extraordinaria, hay más factores a tener en cuenta: el agua, que la vuelven a mineralizar para que el café tenga más sabor; la leche, fresca y calentada solo hasta los 65º; y por último, pero no menos importante, los baristas, esos profesionales que están detrás de la barra y que conocen a la perfección la cafetera Marzocco graduándola continuamente para que siempre esté a punto.
Y ¿qué es un local sin un interiorismo cuidado? La decoración de Monkee Kofee está a la altura. Han cuidado hasta el más mínimo detalle: pizarras para explicar toda la oferta, sillas recicladas de un colegio francés, un chester para dar un toque vintage o dos mesas de colores llamativas y rescatadas de una discoteca madrileña de los años 80. Una combinación única para crear este reducto cafetero.
Pero además, si eres de los que necesita acompañar el café por algo más, ya sea bebida o comida, su oferta gastronómica es más amplia: ofrecen zumos naturales, tartas artesanales elaboradas por diferentes obradores diariamente, ensaladas y sándwiches elaborados con pan de masa madre.
No hay duda que Óscar y Salva han puesto todo el corazón en Monkee Koffee para convertirlo en un lugar imprescindible al que acudir en el barrio de Chamberí.
Calle Vallehermoso, 112 Madrid
Horario: Lunes a viernes de 9:00 a 20:30, sábados y domingos de 10:00 a 21:00
Texto y fotos: Elena R. Feijoo