Iván Castro, de familia de restauradores, ha montado este precioso restaurante en el Eixample –aunque por su distribución se acerque más al concepto de bar–.
Con gran alegría, Iván nos cuenta cómo surgió la idea: “El proyecto se gestó junto a mi tío, Manuel Arjón. En Vielha, Vall d’Aran, tenemos productos propios ecológicos: verduras, cordero, gallinas e, incluso, quesos. Ambos queríamos abrir un restaurante pequeño en Barcelona con esos productos propios”. De ahí, el nombre Mont Bar; un homenaje al pueblo donde nació, una vuelta a los orígenes.
Su carta de vinos cuenta con unas 250 referencias de todo el mundo a precios más que justos: “Queremos que la gente pueda beber vino. Por eso, tenemos también vino a copas cada día”. La carta de vino a copas cuenta con cuatro tintos, dos blancos, un rosado, cava y champagne.
Así que, para la tarde, qué mejor que poder degustar uno de sus vinos acompañado de su exquisita selección de quesos. Todos los productos son frescos y la cocina de mercado muy cuidada. De cada cosa, lo mejor; desde el café hasta el pan, elaborado por ellos.
La sala se divide en dos ambientes. Por un lado, una zona con aspecto de bar antiguo, de Barcelona, Madrid o París, en la que encontramos la cava y una barra con apetecibles quesos y marisco fresco. Por otro lado, una zona con reminiscencias nórdicas y que cuenta con una mesa para compartir. De este modo, puedes disfrutar de la opción que más te guste. Y eso mismo es lo que interesa a Iván; un buen ambiente para trabajadores y clientes.
La cocina guarda un as en la manga: Pedro Salillas, que estuvo trabajando en el gastrobar de Saüc, en Akelarre –donde se hacía cargo de los postres– y en L’Atelier de Robuchon, en Las Vegas. Pedro nos comenta que el mayor privilegio de trabajar en el Mont Bar es que no tiene límites a la hora de experimentar y puede probar platos con alimentos con los que siempre ha deseado trabajar.
“Nos interesa cuidar al cliente local. Queremos que venga la gente del barrio. Debemos tratar igual al cliente que pide unas croquetas que al que pide gambas” –comenta Iván–. Y es que, al Mont Bar puedes ir a cualquier hora; para desayunar, almorzar, tomar el vermut, comer o cenar. Y lo mejor de todo, lo puedes hacer todos los días de la semana.
La carta cambia cada tres meses para adaptarse al producto de temporada. Además, es muy variada: Ventresca de atún marinada, Cococha de bacalao con judías de Santa Pau y tirabeques, Ragú de chipirones con garbanzos de l´Anoia o Vieiras con ravioli de langostino y tempura de algas son algunas de sus exquisiteces.
Acercan platos de estrella Michelin a precio democrático. Guárdate un rinconcito para los postres: un lujo de alta cocina a 5 euros.
Horario: De lunes a domingo de 12:00h a 24:00h
Precio medio: 30€-35€
Tel: 93 323 95 90
Texto: Alba Yañez
Fotos: Lita Bosch