Quién iba a imaginar que una taza de café supiera a tantas cosas, y todas tan buenas. Eso es lo que se piensa al leer la descripción de los productos que sirven en Morrow Coffee, un local dedicado en cuerpo y alma al café de especialidad. Aquí el café tiene gusto a ciruela, té negro, chocolate y miel, como el Miramar de El Salvador; o a pasas, avellanas tostadas, pomelo y amaretto, como el Sidamos Guji, de Etiopía.
¿En qué consiste esta especialidad? Según explica Kim, uno de los dos fundadores de esta acogedora y soleada cafetería del Eixample Esquerra, el producto se califica en base a unos parámetros que van desde la recogida del fruto hasta la preparación de la bebida, pasando por la calidad y limpieza del grano antes de ser tostado.
Del tueste se encarga Andrey, socio de Kim, quien recibe el grano verde y lo deja listo para moler en un proceso que se acerca más a la alquimia que a la preparación de una simple bebida, pues una diferencia de segundos puede alterar por completo la calidad del producto final. Incluso, una vez tostado, son muchos los pasos a seguir para que la magia del café haga su efecto: cada tipo de grano requiere una molienda diferente, el agua –previamente filtrada– debe estar a una temperatura exacta, y nada de hervir la leche durante varios minutos como se suele ver en establecimientos no especializados.
Aunque ofrecen una gran variedad de preparaciones, incluyendo tazas con su espuma consistente y su dibujo bien hecho, para gozar del café en todo su esplendor se recomienda tomarlo solo y sin azúcar. Realmente no es necesario añadirle más, ni siquiera para paladares reacios a sabores amargos. Pero si alguien insiste en endulzarlo más, siempre hay la opción de echarle una cucharada de azúcar. Eso sí, aquí se sirve un azúcar de calidad, sin refinar, procedente de Filipinas.
Además del producto estrella, en Morrow Coffee tienen vasos de yogur hecho por ellos mismos con fruta y cereales, cervezas artesanas, bollería, bocadillos, zumos naturales e infusiones, como la que se hace con la cáscara del grano de café. Todo ello servido en una atmósfera relajada, con iluminación suave y música acorde al ambiente del local, y con un equipo joven, amable y bien preparado (servir un café de especialidad bien hecho no es tarea fácil). Y si quieres prepararlo en tu propia casa, en su tienda venden todos los productos necesarios para hacer un buen café.
Una vez hayas probado el café de Morrow Coffee, no hay vuelta atrás. Se acabó eso de tomar el café con mucha leche, a temperaturas de reactor nuclear y con dos azucarillos de azúcar refinado. Tu salud y tu paladar te lo agradecerán eternamente.
Gran Vía de les Corts Catalanes, 403 – 08015 Barcelona
667 202 301 – info@morrowcoffee.com
Abierto todos los días de 8:00 a 20:00.
Texto: Jaime Arribas
Fotos: Uxía Estévez