Neapolitan Authentic Pizza, o lo que es lo mismo, NAP, unas siglas que definen a la perfección la intención de internacionalizar la auténtica pizza napolitana y transmitir esta filosofía y la historia de Nápoles en España.
Todo comenzó hace diez años, cuando el napolitano Antonello Belardo y el español Fernando Pérez idearon una forma de transmitir el slow life mediterráneo. De su idea nació NAP, una pizzería con la que querían ensalzar la pizza napolitana. Tras una década, sus pizzas se pueden saborear en Barcelona, Madrid y San Sebastián, y aunque cada local tiene una esencia propia, su objetivo sigue siendo el mismo: dar a conocer la tradición y la autenticidad de las pizzas napolitanas, cuidando cada detalle en el proceso de la pizza y respetando una elaboración en la que todo tiene un porqué.
Antonello y Fernando tenían claro que NAP es sinónimo de defender la pizza como una elaboración sencilla, informal, popular y asequible, y al mismo tiempo ofrecer un plato exquisito y confortable. Y lo han conseguido, puesto que sus pizzas conquistan a todo el que las ha probado.
El secreto de NAP es promover y ensalzar el oficio del pizzaiolo, una de las figuras más importantes de sus pizzerías, ya que son los pizzaiolos los que siguen a raja tabla la tradición para elaborar cada una de las masas. El segundo elemento fundamental, y epicentro de todos sus locales, es el horno de leña. Un horno fabricado por el artesano napolitano Stefano Ferrara, que pesa unos 2.500 kilogramos, personalizado e importado desde Quarto, una localidad a escasos kilómetros de Nápoles.
Su carta se centra en lo que saben hacer, las pizzas. Unas pizzas que son elaborados en su laboratorio con mucho mimo pero sobretodo siguiendo los criterios de calidad y precisión para que todas las masas sean perfectas. Y como no podía ser de otra manera, la práctica totalidad de los ingredientes son italianos: harinas procedentes de Italia, tomate San Marzano DOP, mozzarella Fior di Latte o el Salame Napolitano son algunos de los ingredientes con los que elaboran las diferentes pizzas y que son combinados con otros productos frescos de mercados de proximidad.
Entre sus opciones encontrarás su best seller, se trata de la pizza Margherita, pero también otras tan deliciosas como la NAP, la capricciosa o la Diavola. Además, también disponen de entrantes como el provolone con queso fundido al horno y pan o la berenjena alla parmigiana. La nota dulce, viene marcada por postres tan deliciosos como el tiramisú y la pannacotta.
Todo ello ha conseguido que la AVPN, la Associazione Verace Pizza Napoletana, un organismo oficial que certifica la autenticidad en el oficio del pizzaiolo napolitano en sus pizzas más tradicionales: la Margherita y la Marinara, haya galardonado a NAP con este certificado en ambas pizzas.
Sin duda NAP es una pizzería que combina la tradición y el buen hacer de sus pizzas con unos locales que se han adaptado a un estilo urbanita e internacional, en el que el color amarillo y rojo se han establecido como principales ya que recuerdan a los colores que cobra el fuego del horno de leña.
Una pizzería a la que acudir siempre que se desee disfrutar de pizzas auténticas, ya que todos sus locales basan sus elaboraciones en ocho fundamentos que conforman el ritual de la tradición napolitana: la masa madre de elaboración propias, las 24 horas de reposo de la masa para su levado y su trabajo manual, el fuego que arde sin pausa, 60 segundos de horneado, 35 centímetros de diámetros de pizza, el borde aireado y la recomendación de consumir la pizza nada más salir del horno.
Dirección:
NAP Antic (Carrer Gomabu, 5 – Barcelona)
NAP Mar (Carrer Baluard, 69 – Barcelona)
NAP Molino (Avenida del Parallel, 94 – Barcelona)
NAP Lavapiés (Calle del Ave Marí,a 19 – Madrid)
NAP Chamberí (Calle Cardenal Cisneros, 38 – Madrid)
NAP Malasaña (Calle de San Bernardo, 51 – Madrid)
NAP Chueca (Calle de Victor Hugo, 5 – Madrid)
NAP Donostia (Andia Kalea, 11 – San Sebastián)
Precio Medio: 15-20€
Texto: Elena R. Feijóo
Fotos: Nacho Alcalde Ruiz