Después de un lustro desde nuestra primera experiencia, estamos de vuelta, y confirmamos con más entusiasmo que nunca nuestro antiguo veredicto: este lugar es, indudablemente, un «templo de la cocina italiana». Ahora, nos encontramos en la pintoresca calle Enric Granados, donde Narciso ha abierto un nuevo capítulo de su historia: Narciso 2.0.
En este nuevo espacio cuentan con una pequeña cocina que les permite elaborar tapas y platos sencillos, como la parmigiana, arancini, patatas o queso polvorone, todo elaborado con productos italianos de alta calidad.
Tal como nos cuenta una de las fundadoras, Federica (italiana criada bajo un buen bocadillo de salami), en Barcelona solo encontraba bocadillos que no se preparaban al momento o ya estaban expuestos. En Italia, sin embargo, este producto es un arte ( la mayoría de charcuterías te lo hacen al instante) y vieron esta gran oportunidad de negocio, alejandose de los típicos italianos de pastas o pizzas.
Con esta nueva apertura, Narciso reafirma su éxito a pesar de los desafíos superados, como la pandemia, y ahora, con competencia muy inspirada en sus schiacciatas.
En el corazón de su propuesta culinaria se encuentra su especialidad inigualable: la schiacciata rellena. Estos bocadillos italianos son verdaderas obras de arte, elaborados con los mejores productos italianos y complementados con cremas que los transforman en creaciones únicas. Pero, lo que hace que estos manjares destaquen es el pan. El pan es un elemento básico de sus bocadillos italianos y es realmente adictivo. Elaborado cada día, se hornea fresco utilizando tres tipos de harina diferentes y cocinándose en un horno de leña que le da una textura crujiente. La receta sigue fiel a la fórmula italiana tradicional. ¿El resultado? Un pan con la textura y el sabor de la focaccia, que sirve como base para lo que muchos consideramos los mejores bocadillos de la ciudad. Destacar que todos los productos provienen de Italia, excepto el pan, que elaboran diariamente, como mencionamos anteriormente.
En el nuevo Narciso, disfrutamos de una sensacional tabla de embutidos, (especial mención a la mortadela) y diferentes tipos de quesos que acompañamos con un buen vino. Después, probamos unas albóndigas con salsa casera que te transportarán directamente a la casa de tu abuela, tan sabrosas y apetitosas que la cesta de pan se quedó vacía, no podrás dejar de mojar la salsa.
Para finalizar, llegaron las grandes protagonistas, unas schiacciatas que estaban tan buenas, que no pudimos llegar al postre.
Entre las favoritas está el «Colosseo», compuesta de una jugosa porchetta, tomate fresco, queso curado y crema de trufa, para rematar con «La Dolce Vita», elaborada con la auténtica mortadela de Bolonia, burrata fresca, y crema de pesto y pistacho. Estaban tan buenas que no podemos describirlo, como bien dice su carta, es amor a primer bocado, pero por mucho que te lo contemos, ¡hay que probarlas!
Dirección: Carrer d’Enric Granados, 72
Horario:
Lunes a miércoles: 9.00 a 23.00
Jueves a sábados: 9.00 a 2.00
Domingos: 9.00 a 16.30
Precio Medio: 20€
Texto: Jose Domínguez
Fotos: Verónica Martínez