Con el cielo de Madrid como escenario, el pasado 6 de mayo Plateselector se hacía eco de uno de los fenómenos más bonitos de la astronomía: la lluvia de meteoros. Un evento diseñado para observar este espectáculo nocturno de la mano de Celeste Crianza , un vino que nace a 900 metros de altitud y que ha sido testigo de tantas maravillas estelares como ésta.
La velada, dedicada a todos los amantes del vino y bon vivants, tuvo lugar en Picalagartos Sky Bar , un oasis en pleno corazón de la Gran Vía madrileña que ofreció a los asistentes las mejores vistas de la ciudad y una serie de bocados de los más exquisitos e inspirados en esta noche estrellada, diseñados por el asturiano Manuel Berganza, chef ejecutivo de Azotea Grupo. Los Meteoros galácticos en pan de maíz con picadillo de ternera, salsa de yogurt y hummus dieron el pistoletazo de salida de un menú dividido en 12 platillos y 2 postres: Asteroide de rejos de chipirón y alioli de ajo negro, Cola de cometa en gabardina crujiente con mayonesa de kimuchi, Galaxia de torrezno crujiente y mayo-sambal, Big bam de faisán con curry rojo, Galaxia espiral de pulpo con mayonesa de kalamata, Brocheta astral de pollo de corral en salsa de ostras, Supernova de maíz azul camarón, chutney de mango y Guisan-Kamole, Wrap cósmico de pato con salsa de Konquat y chiles, Intergaláctico de codillo deshilachado, mole y bourbon, Galaxia fría de búfala, higos, flores y tomate seco y Bomba estelar de huevo de codorniz trufado y copos de alga nori. El toque dulce lo pusieron los dos postres que el chef creó: un Semillero galáctico de chocolate, menta, arena de cacao y tomillo limonero y una Luna de chocolate con crispy de fresa y Peta-Z, de lo más original.
Un menú sabroso, lleno de texturas y matices armonizado con este tempranillo de Ribera del Duero caracterizado por su aroma de frutos negros muy maduros, finas notas de café torrefacto y frutos secos.
El ritmo de la noche lo marcó la voz y la guitarra de la artista Sofía Buckingham, quien ofreció un concierto en acústico a través de temas propios y otros versionados.
Música, gastronomía y vino fueron los grandes protagonistas de una bonita noche con estrellas y una luna xx que los asistentes pudieron ver gracias al experto en astronomía Antonio del Solar Riverol y su telescopio. Una noche que dejó grandes momentos y un mejor sabor de boca.
Texto: Ana Maria Celemente
Fotos: Nacho Alcalde Ruiz