El pasado 8 de octubre tuvo lugar la primera lluvia de estrellas de otoño, “Las Dracónidas”. Desde PlateSelector no quisimos perdernos este fenómeno astronómico y qué mejor que disfrutarlo desde un enclave privilegiado como es The Top Bar del Hotel Molina Lario, rodeados por el suave clima de las noches de Málaga y junto con Celeste Crianza de Bodegas Torres.
Inspirado en esta lluvia de meteoros cuyo origen está en el cometa periódico 21P/Giacobini-Zinner, el nuevo chef del restaurante Matiz del Hotel Molina Lario, David García Peinado (el Chef del AOVE), diseñó un completo menú compuesto por 10 pases que llamaban al cosmos y a la magia del cielo nocturno.
Los invitados al evento, entre los que se encontraban personalidades del mundo de la cultura malagueña y especialistas del sector gastronómico y de viajes, pudieron degustar Cráteres con bacalao, mahonesa de naranja y esteroides de aceitunas negras, Meteoritos de pulpo asado con espuma de kimchie, aguacate, tomate y cilantro, Polvo de luna de cerezas, verduras en escabeche, crema de queso de cabra y pesto, Cometa de verduras con infusión de algas, Metoroide de garbanzos con langostinos al pilpil, un Mini cráter de patata con queso ahumado o una Eclíptica de verduras trufadas al Parmesano.
No faltó en el capítulo de carnes un Radar de papada de cerdo ibérico en adobo con mahonesa de mostaza y un Meteoro estofado de rabo de toro con mahonesa picante. De postre, el universo (de chocolate). Todo esto maridado a la perfección con el aroma a frutos rojos y las notas a café y frutos secos que despliega el vino Celeste Crianza 2015 de Bodegas Torres, un Ribera del Duero nacido bajo las estrellas a 895 sobre el nivel del mar.
En la terraza del hotel, la cantante Bárbara Pereda y el pianista Rafael Linero se encargaban de poner la banda sonora a ritmo de soul a la velada mientras el equipo de astrónomos de AstroÁndalus compartía a través de su telescopio una visión impresionante del cielo malagueño, de la luna y sus cráteres y del planeta Saturno, anillos incluidos.
Una Noche Celeste en la que la gastronomía, el vino y la música brillaron incluso aún más que las estrellas fugaces.
Texto: Lakshmi Aguirre