Tras una pequeña puerta que no revela su interior al público que transita por las transcurridas calles del Poble Sec, se esconde un pequeño oasis con aires asiáticos llamado Nomm.
Nomm es el sinónimo asiático de nuestro «ñam ñam», que se usa para indicar que algo está muy rico y sabroso. Una palabra que sin duda alguna describe la experiencia de degustar la impresionante fusión de sabores asiáticos que ofrece este restaurante.
El creador del concepto culinario de Nomm, que hace un recorrido por las gastronomías más auténticas y emblemáticas del continente asiático con un claro guiño personal, es Peter Vivant, chef australiano de madre cantonesa y padre de Shanghai.
Peter llegó a Barcelona hace varios años con la idea de encontrarse con una de las ciudades más cosmopolitas del mundo a nivel gastronómico. Pero para su sorpresa, y a pesar de la gran cantidad de restaurantes que hay, notó que son pocos los que realmente se atreven a presentar platos auténticos sin caer en la “occidentalización” de ellos. Y fue entonces donde detectó una oportunidad en el sector de la restauración.
Nomm se divide en dos ambientes, la barra que está justo en la entrada (o en la salida, como quieras verlo) y la sala del comedor, ambientada con unas impresionantes y cálidas lámparas de color rojo y un gran árbol en medio que nos hace sentir como si estuviéramos en un restaurante de Hong Kong.
Lo primero que hacemos al entrar es sentarnos en su larga barra que nos da la bienvenida con un Dragon kiss, un cóctel en base a whiskey, limón, chili, ginger beer y albahaca, una fusión de sabores con un toque picante que nos deja entrever que esta no será una noche cualquiera.
Comenzamos el recorrido por Asia con un kimchi de la casa fermentado durante un mes, de textura suave y sabor intenso. Un platillo coreano perfecto para preparar el paladar para lo que sigue.
Continuamos con un tartar de atún con mayonesa de kimchi casera y noodles crujientes, un plato lleno de texturas y mucho sabor. Unas coloridas navajas con salsa de frijoles negros, yuzu (cítrico oriental) y wasabi se acercan a nuestra mesa y un sabor a umami envuelve nuestra boca.
Los dumplings de wagyu y foi gras es otro de los platos imperdibles de la carta que te cautivarán con una mezcla de sabores única, al igual que el colorido y picante ceviche Thai de langostinos y el crujiente chicken karaage (pollo frito japonés). Platos intensos y auténticos que te transportan a Asia con cada bocado.
Queremos quedarnos por siempre disfrutando de este festín de sabores, pero nuestro estómago nos dice que es hora del postre. Por lo que cerramos la velada con un suave y cremoso mousse de chocolate con un toque de chili picante.
Un verdadero deleite para paladares del mundo, que disfrutan de los sabores auténticos y de un ambiente lleno de energía que invita a quedarse por largas horas hasta perder por completo la noción del tiempo.
Horarios: Martes a Domingo de 19h a 1.30h (lunes cerrado)
Texto y Fotos: Kath Behrens