Siempre se dice que, a los buenos lugares, uno siempre desea volver. En este caso recordamos algunos de los mejores restaurantes que hemos tenido el placer de descubrir durante este año 2018, haciendo también una recopilación de los sabores más novedosos de la ciudad condal.
Una de las primeras referencias es Hetta Cuisine, donde, además de un excelente sistema de extracción de humos, se puede descubrir un restaurante con una moderna decoración, un delicado respeto por los productos orgánicos y la genialidad con la que ejecutan cada receta, creando así platos de exquisita factura.
Normalmente pedimos el punto justo de cocción que deseamos, pero en Hetta son especialistas en ajustarlo a cada producto y la carta lo detalla perfectamente para que disfrutes de los platos de la manera más acertada, como por ejemplo las “alas de pato laqueadas con hoisin de cereza y praliné de avellana con leche de coco”, sublime combinación que te transporta a un auténtico paraíso terrenal.
¿Y qué sería de una buena comida sin un buen vino? También saben darle a su carta de vinos el protagonismo que se merecen siendo estos naturales y ecológicos de proximidad.
Foto: Anel González
Paseando por el Passatge Pere Calders, encontramos a Benzina, un restaurante de cocina tradicional italiana especializado en gastronomía romana con un toque al más puro estilo de Brooklyn, creando así un ambiente de fusión Italio-neoyorkino, todo acompañado de buena música, suave iluminación y una peculiar decoración que invita a conocer más de los sabores de la ciudad natal del cheff, Daniele Moretti, todo un profesional que apuesta por una carta limitada pero con un toque sofisticado en cada uno de los platos.
Uno de los platos estrella de la casa es la stracciatella con cigalas y botarga, una rica combinación de sabores mediterráneos que inunda el paladar.
Cuando hablamos de Arte en la cocina nos viene a la cabeza Línia, un maravilloso restaurante incorporado dentro del Hotel Almanac y situado en Gran Vía con Pau Claris, una zona privilegiada de Barcelona.
Detrás de los fogones se esconde un concepto de brasería mediterránea a cargo del Chef Sergio Ruiz, el cual nos deleita con uno de los platos que los amantes de los arroces no se pueden perder: un exquisito arroz de ibéricos con morcilla de Wagyu a la brasa.
Una vez ya en la sala, conocemos que es un restaurante incorporado dentro de un hotel de lujo pero que su objetivo es acercarse a todo tipo de público a través de propuestas vegetarianas, cartas de vinos de proximidad y, lo más importante, una propuesta gastronómica en torno al mar y los embutidos de alta calidad. En definitiva una degustación de platos con sabores que no se olvidan fácilmente.
Foto: Anel González
Detrás de una trayectoria de mucho éxito, Nino Redruello, Jaime Santianes y Patxi Zumárraga nos sorprenden con el restaurante Fismuler, un concepto que, desde la sencillez, huye de las grandes ornamentaciones sin perder la posibilidad de descifrar los intensos sabores propuestos.
Una cocina inspirada en el norte de Europa y que apuesta siempre por productos de proximidad y de primerísima calidad. Tanto es así que la carta cambia a diario en función de la cuidada selección de los productos adquiridos por el profesional.
Al trabajar con productos de kilómetro cero, surgen platos tan increíbles como calamar a la parrilla o endivias braseadas, aparentemente platos fáciles pero creados con un alto cuidado y detalle.
Foto: Anel González
Dicen que si te atrapa un aroma, queda fijado en nuestro recuerdo para siempre, y ciertamente existen ciertos aromas te transportan hasta lugares insospechados. Esto ocurre con Tarantín, un exótico local que te transporta a un entorno lejano lleno de luz y frescura; el Caribe.
Tarantín es un restaurante enfocado a la gastronomía exclusivamente caribeña, presentando una explosión de sabores en cada uno de sus platos como esferas de yukca y pollo Jerk jamaicano o el tambal de calabaza, cerdo bañado en un sofrito tarantino o un magret de pato atado en hoja de plátano realmente sorprendentes.
Texto: Maria Acero