Disfrutar de la buena comida sin sentimiento de culpa. OhBo organic café ofrece una cocina original, sabrosa y 100% saludable en un espacio de ambiente cosmopolita.
Afirma Anton Brufau, propietario de OhBo, que él siempre ha sido de buen comer. Su pasión por el deporte y su facilidad por coger algún kilo de más le llevaron a buscar opciones sabrosas y saludables en la comida, aunque eso no siempre era tarea fácil. Ésta búsqueda como cliente insatisfecho y las ideas que se ha traído de sus viajes han sentado las bases de lo que es hoy su proyecto gastronómico.
Brufau se ha rodeado de los mejores (el cocinero Iker Erauzkin está tras los fogones e Isabel López Vilalta se ocupa del interiorismo) y asesorado de profesionales de la nutrición, para la creación de este café-restaurante. La carta de OhBo muta en función de la temporada y todos los ingredientes que la componen son ecológicos y de proximidad. Sus platos estrella probablemente sean el tartar de salmón salvaje con aguacate, manzana y jengibre y, para los carnívoros, el roast beef de carne de vacuno ecológica con salsa tártara y chips de yuca; pero lo cierto es que hay otras exquisiteces a destacar. Una de ellas es sin duda el ceviche de corvina (acompañado de con aguacate y pimiento) con un marcado gusto de cilantro y cítricos que se deshace literalmente en la boca. Si lo que te apetece es una ensalada puedes escoger entre un montón de opciones que te saciaran y harán disfrutar a partes iguales. La ensalada de quinoa, zanahoria, pistacho, uvas pasas y menta o la de arroz, pavo braseado, tomate deshidratado, kamut y nueces son dos excelentes opciones.
OhBo está situado en la parte alta de Barcelona pero por su decoración vanguardista, industrial pero a la vez acogedora, uno diría que está en algún bar del Bowery de Manhattan. Igual de neoyorquina es su carta de zumos y smoothies, llena de apetitosas propuestas que democratizan el green juicing haciéndolo accesible a todos los paladares. Algunos de estos deliciosos y nutritivos licuados son el Okinawa, puro súper alimento (zumo de naranja y mezcla de frutos silvestres, brotes vegetales, semilla de uva, aloe vera, frutas, enzimas, algas de agua dulce, cúrcuma, probióticos y ácidos grasos esenciales) o el Greeny de otoño (manzana, kiwi, uva blanca, espinacas, jengibre y agua de coco).
El público de este moderno bistró es variopinto, pero podemos decir que se trata de gente a la que le gusta cuidarse, ya sean deportistas, señoras que vienen de una mañana de shopping en l’illa Diagonal o mujeres jóvenes interesadas por las nuevas tendencias gastronómicas como las dietas paleo y raw.
Precio medio: 20-22€
08017 Barcelona
Texto: Txell Hernández Gil
Fotos: Paula Belil