Fue en el 2014, cuando Iván, un madrileño de origen asiático decidió abrir un gastrobar de cocina mediterránea fusionada con asiática en el centro de Madrid. Así nació Oribu, un restaurante con una cocina original y platos llamativos.
Desde sus inicios, la filosofía de este restaurante era clara: unir occidente y oriente a través de sus propuestas gastronómicas. La unión de estos dos mundos comienza ya en el nombre del restaurante, Oribu (oliva en japonés), fue el nombre escogido por explicar tan bien el concepto del restaurante: el aceite de oliva, un ingrediente básico de la cocina mediterránea, traducido al japonés es el mejor ejemplo para definir su filosofía.
El restaurante, situado en la calle Barquillo a la altura de la Plaza del Rey, es un espacio con varios ambientes diferenciados, incluyendo un reservado perfecto para celebraciones. Nada más entrar encontrarás la barra y un espacio de mesas altas y bajas perfectas para comer o tapear de una manera más informal. Pero no te dejes engañar por este espacio, pues bajando unas escaleras se encuentra otro enorme comedor con luz natural y espejos que le da una gran amplitud a este zona que termina siendo un poco más formal que la anterior.
Pero centrémonos en el mayor atractivo de su local, su cocina. Su carta está pensada para compartir, de tal manera que se pueden pedir varios platos y así probar una amplia variedad de sus propuestas. Propuestas como el tartar de atún rojo, con una presentación muy original, o el carpaccio de pulpo son perfectos para abrir el apetito. En su sección de cocina al vapor, destacan los deliciosos Dim Sum de rabo de toro, un plato donde se aprecia desde el primer bocado lo bien que han sabido mezclar dos culturas tan diferentes. Sus zamburiñas son otro plato perfecto para compartir y en el que se aprecia el buen hacer de A.J., el chef de Oribu.
Para terminar este delicioso viaje gastronómico, nada como su postre estrella: la torrija de sobao pasiego con helado de yogur búlgaro, un postre que no puedes dejar de pedir ya que han conseguido una torrija súper esponjosa con el perfecto gusto a sobao pasiego y que combina a la perfección con el yogur.
Y como no, en Oribu te proponen también una gran variedad de cócteles fusión con la que acompañar sus platos. Cócteles donde se combinan el sake, la granadina o el zumo de naranja para que no se pierda la fusión que está tan presente en todos los rincones de este local.
Oribu es el lugar perfecto para todos aquellos a los que le guste tanto la gastronomía mediterránea como asiática, un restaurante para vivir una experiencia única en la que se unen dos mundo lejanos; como bien indican en su claim, Oribu es el lugar “Where East meets West”.
Horario: lunes de 13:00 a 16:00 horas; de martes a domingo de 13:00 a 16:00 y de 20:30 a 24:00 horas
Precio medio: 35€ (dispone de un menú semanal de 12 €)
Texto y fotos: Elena R. Feijoo