La historia de Palo Verde es la de un sueño hecho realidad, sus protagonistas son Andrés Bluth y Ludwig Amiable, y esta es su historia.
Todo empezó hace dos años cuando Andrés Bluth, uno de nuestros protagonistas, hizo un curso co-creado por Plateselector y el BCD (Barcelona Centre de Disseny) llamado “Design the Restaurant Experience” con el firme propósito de montar su propio restaurante. Si bien este era un sueño que ya le perseguía desde hacía algunos años -incluso tenía el nombre pensado- le faltaba un socio, alguien sumamente importante en un restaurante: un chef. Alguien que compartiera la pasión por la gastronomía como él y que se pusiera al mando de los fogones e hiciera realidad su sueño gastronómico.
La tarea no fue fácil, pues encontrar el partner ideal para una gran aventura siempre es difícil. Pero después de buscar aquí y allá entre contactos, amigos y profesores que conoció durante el curso, dió, por fin, con Ludwing (o Lu para los amigos). Un chef experimentado y forjado en los fogones de Grup Gresca que compartía con Andrés la ilusión de crear algo nuevo. Así nacía Palo Verde, un restaurante espléndido creado de la nada.
Una experiencia gastronómica de disfrute
La primera vez que cruzas la puerta de Palo Verde te das cuenta de que todo está en su sitio: la decoración – para la que contaron con la ayuda de Sandra Vidal – , la música, el ambiente, el olor a brasa y fuego que te embriaga nada más abrir la puerta. Todo listo y preparado para que una visita a Palo Verde se convierta en una experiencia gastronómica de DISFRUTE.
Así es Palo Verde: cocina bien hecha, platos sabrosos y sin pretensiones. Un lugar que respira pura brasa y “buen rollo” a partes iguales.
La carta de Palo Verde, que se renueva semanalmente, gira en torno a su principal protagonista: las brasas. Platos que van desde la berenjena con burrata y jugo de cordero a los maitake (una variedad de setas) con ñoquis al limón, pasando por la escalivada de pimiento rojo (este sí se mantiene semana tras semana en carta por petición popular) y el calamar a la brasa, kimchi y lima o el tsukune de pato. Todo, además de estar de toma pan y moja -literal- se sirve con una delicadeza apabullante. ¡Tus stories darán un FOMO como nunca antes!
Tanto los productos como la materia prima con la que trabajan en Palo Verde, por ejemplo sus pollos y patos criados de forma salvaje y sostenible, son aprovechados al máximo para sacarles todo el rendimiento y sabor; un respeto por el producto que se ve reflejado en cada una de sus elaboraciones.
Andrés y Lu hacen que Palo Verde sea un lugar no solo para ir, sino para repetir. ¡Un sueño hecho realidad, vamos!
Carrer de Còrsega, 232, 08036 Barcelona
Teléfono: 932 37 69 98
Horario: de lunes a viernes de 13:30 a 15:30 y de 20:30 a 23:30; sábado de 20:30 a 23:30pm.
Texto: Khaled Abbas Marcet
Fotos: Palo Verde