Hace ya tiempo que los fanáticos del sushi empezamos a abrir horizontes y a descubrir más opciones al pescado crudo y a la comida japonesa. También hace tiempo que la comida peruana está en auge en Barcelona, y es que pocos bocados se comparan con el sabor de un buen ceviche. ¿Qué viene después? Pues la respuesta es simple: la cocina Nikkei. Esta cocina es la fusión de la cocina peruana con la japonesa, nace a principios del siglo veinte con una gran ola de inmigración japonesa en Perú, que buscaban cocinar al estilo de su país de origen, pero con los ingredientes que encuentran en el nuevo continente.
Eso mismo es lo que hace David Guevara en su restaurante. De origen peruano, aprendió la cocina japonesa trabajando en el Koi Shunka, y cuenta que lejos de ofrecer comida japonesa y comida peruana por separado, busca fusionar totalmente los dos tipos de cocina, desde los ingredientes, a las texturas y técnicas culinarias de cada una. El mejor ejemplo es su versión del ceviche de atún, acompañado con crema de coco, salsa de anguila y togarashi de plátano, que hace comprender bien el mestizaje de estas dos culturas.
El local es pequeño y acogedor, y tiene algo que siempre parece atractivo, una barra que da a la cocina, donde puedes ver a los dos cocineros en acción. Durante el mediodía entre semana, ofrecen un menú muy interesante a 16,90€, que incluye entrante, plato principal, bebida y postre y que cambia semanalmente. Es una buena manera de conocer el tipo de cocina y animarse a ir por la noche, cuando el restaurante funciona a carta, y ofrece productos de alta gama en platos como; el pulpo de roca al olivo con lenteja verde peruana estofada o el patacón de atún y erizo de mar con salsa cítrica, jengibre y aguacate con salsa oriental. Nombres de esos que ves en la carta y piensas: “me gusta absolutamente todo lo que lleva el plato”, y no puedes dejar de pedir. Llega la parte dulce, que no menos importante, y lo hace con una selección de postres caseros y sorprendentes a partes iguales, como por ejemplo el helado cremoso de chocolate, con aceite de oliva primera prensada y trufa rallada encima, que en sabor recuerda al clásico chocolate con aceite y sal, ¿pero quién no preferiría la trufa a la sal?
Panko
Calle Viladomat 249, Barcelona
Precio medio carta: 25 – 35 euros
Texto y Fotos: Alba Duque