Son las once de la mañana en el Mercado del Ninot, y todo tipo de compradores matinales caminan con fluidez por sus cuatro puntos cardinales, al ojeo del mejor producto que llevarse a los fogones de casa.
Nosotros arribamos con curiosidad a una de las paradas más emblemáticas de esta popular plaza gastronómica de techos catedralicios, donde nos recibe, sonriendo, Ricard Perelló, uno de los hermanos de esta cuarta generación de bacallaners.
Nos lo explica todo desde el principio, con una firmeza característica de los pocos que hoy en día han lactado desde su nacimiento el que más tarde será su oficio: “El negocio lo iniciaron mis bisabuelos, en 1898, que se estrenaron en la venta de bacalao, aceitunas, y legumbres. Cuando se edificó el Mercado del Ninot, en 1933, compraron un par de paradas para continuar expandiéndose. Más adelante, tras la guerra civil, mis abuelos adquirieron dos paradas en el nuevo mercado de la Sagrada Familia y en el de Sant Andreu. Después llegó mi padre, y ahora estamos nosotros: mi hermano David y yo, que hemos querido apostar por un acercamiento distinto del producto al consumidor.”
Ricard también nos cuenta que la profesión de la bacallanería nace de la mano de la revolución industrial, ayudando a economizar el tiempo que la mujer, ya integrada en el trabajo de las fábricas, tenía que pasar dentro de la cocina preparando el pescado.
Ellos trabajan con bacalao Gadus Morhua, proveniente de Islandia, curado en sal en un proceso de cuatro meses y conservado en picas de mármol que mantienen la tradición de éste noble oficio marinero.
Nosotros, además de recomendarte la compra en su parada color añil, te invitamos a que pases por su barra, te sientes con apetencia, y mientras charlas con cualquiera de sus solícitos trabajadores, pruebes platos como la tortilla, la esqueixada, o los buñuelos de bacalao; la cresta de bonito, el morro de bacalao al pomodoro o al pil pil, y la reinvención de un clásico como los callos, elaborados con tripa de bacalao, o las chips creadas a partir de su propia piel. No te olvides tampoco de sus encurtidos, anchoas del cantábrico o gambas de Huelva.
De pocas cosas estamos seguros en esta vida, pero de lo que no tenemos ninguna duda es de que si decides fondear por esta parada mercante de esmerado oleaje gastronómico, nunca volverás a casa defraudado.
Mercado del Ninot, parada 18-20. C/ Mallorca 135. 08036 Barcelona.
Teléfono: 93 454 32 20
Horario: De lunes a sábado de 8.00h a 21.00h
Texto: Ana J.Palmer
Fotos: Anika Stieling