Pizzería Santa Maria

La pizza napolitana que respeta la tradición sureña.

La pizzería Santa Maria es tan pequeña que esperar por una mesa sería una verdadera tortura si no fuese porque al lado hay un pub muy conveniente para hacer tiempo mientras te llaman.

En la Santa Maria, a pesar de que no admiten reservas, hay clientes de todas las edades. El hilo musical siempre es italiano y no es difícil pillar a los camareros y pizzaioli tarareando algunas de las canciones. De las paredes cuelgan cuadros y figuras religiosas (desde cruces hasta vírgenes) que hacen honor a su nombre.

Para la elaboración de la pizza siguen las pautas napolitanas tradicionales. Nada de pizzas hechas a partir de masa madre en esta pizzería. Como Gianlucca aclara «en Nápoles la masa madre la usamos para el pan, no para las pizzas». Los pizzaioli, Fabio y Bernardo, ambos del sur de Italia, utilizan harina Caputo para lograr la pasta fermentada que reposará durante veinticuatro horas antes de convertirse en pizza.

El horno se mantiene a una temperatura constante de 480 grados. Es un horno de leña en el que las pizzas están un máximo de sesenta segundos. Antes de introducir la pizza en el horno, Bernardo se asegura de que lleven un chorro de aceite Tarascio. La mozzarella es también napolitana, de la Donzelletta.

Las pizzas son deliciosas, entre otras cosas, porque los ingredientes que utilizan son de primerísima calidad. El menú lo abren los entrantes, que son pocos, pero deliciosos. A elegir hay focaccia de ajo, de ajo y mozzarella, bruschetta de tomates, orégano y albahaca y berenjena parmegianna.

La pizza de la casa, la Santa Maria, lleva salsa de tomate, aceite de oliva virgen extra, albahaca fresca, ajo y orégano. Muchas de las pizzas son aptas para vegetarianos. Aún así, los carnívoros tienen opciones ya que el jamón cocido, el salami napolitano, las salchichas y el jamón de Parma tienen una presencia fuerte en la carta.

Si solo hay que pedir un postre, tiene que ser tiramisú. Por increíble que parezca todos los postres los traen directamente de Nápoles, al igual que muchos de los ingredientes. No es lo más sostenible, pero el paladar lo agradece.

En Santa Maria no solo sirven una de las mejores pizzas de la capital británica sino que también le ofrecen al cliente la experiencia napolitana completa, desde la música hasta el personal, todo está preparado para transportarte al sur de Italia. Si no quieres esperar (da igual el día de la semana que vayas), puedes coger la pizza para llevar.