Puesto 43 nace de la centenaria tradición pescadera de esta familia que en 1904 comenzó su aventura mayorista, pionera en la ciudad por aquel entonces, con el puesto número 43 en el céntrico Mercado de San Agustín. Sergio Sánchez, Blanca Sánchez y Miguel Peregrina abrieron sus puertas en el verano de 2012 con una oferta culinaria basada en el producto fresco de cercanía.
Nos da la bienvenida una coqueta terraza que en los meses cálidos invita a parar el tiempo. Más abajo en la misma calle han creado un espacio para disfrutar de un ritmo sosegado en el Restaurante Marisquería. Protagonista es el mar y del mar se cuentan historias en esta extensión de la Lonja granadina que saluda a la Virgen de Gracia en la plaza homónima. El mismo Miguel acude a diario al Puerto de Motril para seleccionar el mejor producto que Blanca trata con cariño y dedicación en los fogones.
El personal desborda esa frescura descarada que se requiere cuando uno habla del mejor marisco y del mejor pescado: el producto merece la seriedad en el plato y la confianza en los ojos de quien lo sirve, y Miguel y Blanca han entendido esta metáfora a la perfección. Invitan a su casa a los amigos, a los allegados y a los nuevos. Y todos se quedan.
La carta se extiende tanto como se haya dejado el mar en la faena de la madrugada, pero hay algunas elecciones que son casi obligadas: bacalao gratinado, turbante de lubina o la ensaladilla de gambas de Blanca, divina en su tremenda sencillez.
La frescura es la insignia de esta casa, y prueba de ello es que a la buena oferta marítima, se le suma una breve pero eficaz muestra de los sabores de la zona: corazones de alcachofa crujientes o ensaladilla granadina, que ponen el punto y seguido.
En la tribuna, los protagonistas. El marisco se cuece hasta ese punto mágico en que cruje e inunda el paladar, pero también se presta de forma magistral a la plancha, a la espalda y por supuesto, frito como mandan los cánones de las freiduras de cucurucho y servilleta áspera. A este respecto, no se pueden perdonar los chipirones con pimientos de la huerta.
Esta pareja de optimistas le pone la esencia de las costas granadinas a su casa, por esta razón y por muchas más, son abanderados de su Granada del alma y quieren dejar constancia uniéndose a la causa de convencer al mundo de que la Quisquilla de Motril, «su niña bonita», ese crustáceo de sabor espectacular, bigotes erguidos y huevas azul intenso, único de nuestras aguas, se lo merece. Organizan en su nombre unas Jornadas Gastronómicas anuales para defender su Denominación de Origen Protegida, y homenajean a la Quisquilla obsequiándola a los invitados en sus mejores versiones: cocida a la sal, escondida en una fundente croqueta o en delicioso arroz caldoso.
Plaza de Gracia, 3, 18002 Granada
Horario: martes a domingo de 12:00h a 00:00h
Precio medio: 10 euros con tapas, 18-20 euros con raciones
Texto: Ángela Ruíz
Fotos: Laura Carmona