Cuando escuché por primera vez acerca de Pum Pum Café, una de las cosas que más me llamó la atención fue su nombre. Aparte de las buenas críticas, era atractivo a la vez que extraño porque tal nombre no parecía el de una cafetería al uso. Papo, su dueño, nos cuenta que lo escogió porque buscaba algo que no dijese nada pero a que la vez, dijera mucho. Su propósito no era el de ser pretencioso sino el de tener tener presencia, justo como el negocio que tenía en mente. Y parece que lo ha logrado, ya que con menos de medio año de rodaje, ya es uno de los lugares de referencia para tomar (buen) café en Madrid.
En esta antigua carnicería situada en el centro de Lavapiés, ahora podemos encontrar uno de los que sin duda, va a ser uno de los lugares para quedar en el centro de la capital por la posibilidad que ofrece de consumir café de calidad y comida hecha con esmero disponible a cualquier hora del día. Da igual si te has levantado a las 4 de la tarde tras una larga noche de fiesta o si te decides a pasarte justo antes de entrar a trabajar, el equipo de Pum Pum no tendrá ningún problema en servirte alguno de los manjares de su carta, como su tostada de huevos Benedict y aguacate, que de hecho, ya es archiconocida por todo Instagram.
En un futuro tienen pensado ampliar el horario de apertura y el contenido de la carta para también poder servir cenas, pero sin llegar a convertirse en un bar/restaurante donde ir a beber cervezas antes de salir. Porque aquí lo que se busca es ser un oasis de tranquilidad. En definitiva, Pum Pum le viene como anillo al dedo a Lavapiés, un barrio sin horarios y con una gran variedad de personas que podrán degustar las tartas que la madre de Papo hace en exclusiva para el local en sus descansos como psicoanalista.
Horario:
Lun-Vier: de 9 a 21h
Sáb-Dom: de 10 a 20h
Precio: café 1,50-3€
Texto y foto: Diego Díez