Es la una del mediodía y dispones de una hora escasa para escaparte a comer algo y poder airear tu mente. Las opciones son infinitas si buscas comida ready to go: ensaladas, bocadillos, sopas… cinco minutos serán suficiente para mirar, comprar y comer.
En Londres el ritmo de vida es frenético pero… ¿Cómo es posible que la población no se aburra del formato cajita? Igual no saben cocinar, no tienen tiempo o tanto les da alimentarse de bocadillos, wraps y chocolatinas todos los días.
Por suerte, las grandes cadenas de comida exprés aún no se han apoderado de todo y siguen habiendo restaurantes que ofrecen comida de verdad a un precio más que razonable como Ask for Janice, situado en Clerkenwell.
Es un ambiente agradable, tranquilo, lleno de luz natural durante todo el día donde se puede disfrutar de una buena comida por no más de 11 libras. Una mezcla de piezas rústicas y vintage decoran el local, junto a obras de arte pop, luces de neón y graffitis que cuelgan de las paredes convirtiendo Ask For Janice en un espacio industrial de decoración ecléctica.
El menú no es extenso, pero las opciones que hay tientan al paladar más exigente. La influencia de distintas partes del mundo también destaca: como Francia, España, Grecia o India. Los platos tradicionales, dando gracias a la inteligente mezcla de sabores, consiguen darle la vuelta a todos ellos. Bien logrados y refinados, sorprenden jugando con pequeñas variaciones. Ejemplo de ello es el típico huevo poché. Lo sirven montado sobre una base de patata, guisantes, feta y aliñado con salsa tártara en vez de la clásica salsa holandesa. Otra delicia es la merluza con granos de mostaza tostada, yellow pea dahl (puré de garbanzo especiado) y salsa de tomate verde y yogur.
Conclusión, Ask for Janice es el claro ejemplo de que menos es más.