«Venite ad me vos qui stomacho laboratis et ego restaurabo vos», o lo que a la traducción sería «Venid a mí todos los de estómago cansado y yo os lo restauraré». Cuenta la leyenda que en la primera casa de comidas colgaba este cartel en la puerta, y que de el derivaría el término restaurante.
En Gustu, la leyenda ya no es tan leyenda y Nieves Urrutia, tiene una única y honesta intención que le mueve cada día a crear diferentes propuestas: trasladar sus conocimientos con mucho mimo a sus platos, para proponer una experiencia al cliente que le haga entender y tomar un poco más de conciencia de su alimentación.
Le preguntamos, ¿por qué un restaurante? Por qué comida “energética y vegana”? Nieves siempre sonríe; además de esto, es farmacéutica de profesión, se ha formado durante años en Nutrición y Macrobiótica; la frustración de su profesión, querer averiguar la raíz de las dolencias y el interés social personal de comunicarlo al resto, le llevan pronto a proponerse nuevos proyectos que transformen su larga formación en algo más sencillo y directo, alimentarse bien cada día no es difícil, tanto en un restaurante como fuera de él: “Una buena alimentación, consciente, honesta y amable con nosotros mismos y nuestro entorno”.
En Gustu elaboran un menú diario estructurado pero que arman cada día según temporada y los productos que dispongan los proveedores, con los que tienen un contacto directo y muy cercano, “una de las cosas que les preocupan a nuestros proveedores es el no ser capaces de abastecernos”, nos cuenta Nuria, “es un riesgo que entendemos como parte de nuestra identidad, si varios días caen heladas y las lechugas son enanas no podemos hacer nada más que entenderlo así”.
Alimentos de km.0, “es lo que nos da nuestra tierra, si crece en el campo que está cerca de donde nosotros vivimos es porque es lo que nuestro cuerpo necesita comer”; hablamos con Ane, parte del equipo, que además de ser vegana y formar parte del proyecto desde el principio con muchísima ilusión, hace unas joyas preciosas, “cuando llegamos al restaurante y estamos medio raras, Nieves nos mira y nos dice anda cómete esto o lo otro, a veces es un poco mística y nos da la tabarra, pero ya sabemos que debemos hacerle caso, al rato estás mejor, de verdad.”
El menú diario sigue unos pasos que para el equipo de cocina, son fundamentales: un primero, sopa o crema a escoger, para calentar y dilatar el estómago, prepararlo para la ingesta de alimentos; licuado o ensalada, el alimento crudo, que nos aporta más vitaminas y también ayuda a la digestión; y luego un plato principal, el plato Gustu, donde combinan el cereal y la legumbre con verduras, encurtidos y algas de una forma colorida y generosa.
Para beber, AGUA, agua viva, filtrada y revitalizada, ionizada para eliminar materiales indeseables.
Hay postre, los veganos no dejan de ser golosos, de hecho es lo que más nos cuesta escoger, nos dan varias opciones, tartas, natillas y zumos, todos endulzados con siropes y melazas de cereales integrales.
Los fines de semana, nos cuenta que hacen un menú más elaborado, para darse el capricho. También elaboran menús adaptados por encargo y tienen otras opciones, como hamburguesas y wraps.
Para que no te excuses sólo yendo al restaurante para comer bien y te lo puedas montar por tu cuenta, Nieves no deja de dividir energías con la otra parte de Gustu, la escuela; en ella, se imparten una serie de talleres elaborados y adaptados a cualquier interesado; simplifica los procesos y ayuda a perder el miedo y el prejuicio de lo aburrido de lo vegetal. El interés es que seas libre y vegetarianices tu dieta hasta el grado que tú quieras: “tenemos público de todo tipo, no te vamos a juzgar porque lo que mas te guste del mundo sea un chuletón.”
Iturribide Kalea, 52, 48006 Bilbo, Bizkaia
Horario: lunes a jueves de 13:00 a 16:00, viernes y sábado de 13:00 a 16:00 y 20:00 a 23:00
Texto: Lucía Gomez Meca
Fotos: Borja Llobregat