Que el especializarse en un solo tipo de carne sea un riesgo es cierto, pero que sea a su vez un rotundo éxito también lo es. En Solomillo entienden que una carta no tiene por qué ser extensa para ofrecer al cliente lo mejor, sino que debe cuidarse el producto y la calidad, para que cada plato sea excepcional. En este restaurante de aire bistró la carta se adapta al cliente y a su apetito, todo se consume al peso para poder disfrutar de cada plato.
Cuentan con cuatro tipos de carnes diferentes dependiendo de la intensidad de sabor que uno prefiera, empezando por una carne lechal con un sabor más suave hasta llegar a una rubia gallega caracterizada por su intensidad. Pero no sólo se cuida al producto estrella, en Solomillo saben que el acompañamiento también es importante por lo que cuentan con una larga variedad de guarniciones para acompañar o para poder disfrutar como plato único.
Para acompañar un producto de calidad se debe contar con un vino igual de exigente, por lo que la carta de vinos ofrece una gran variedad de posibilidades donde se pueden encontrar desde vinos innovadores hasta los grandes clásicos para aquellos que no quieran arriesgarse.
Por si fuera poco en Solomillo han conseguido que el ambiente y el diseño sean un reflejo perfecto de la intención de esta carta. Con una decoración de aire bistró aderezada de una música Jazz de fondo, consiguen transportar al comensal a un momento de relajación donde no pasan las horas y donde lo importante es disfrutar y saborear la intensidad de cada plato.
Carrer Mallorca 251, Barcelona
Horarrio: de 13:00-15:30 y de 20:00-23:00. Domingo y lunes cerrado.
Texto: Macarena de Cubas Torres
Fotos: Anika Stieling