Cuando se habla de estrellas Michelin en Madrid, el nombre que inevitablemente siempre sale en la conversación, es el de Santeceloni, ese dos estrellas que se aloja dentro del hotel NH Hesperia de Madrid. Y dependiendo ya de cuánta hambre se tenga tal discusión, terminará llegando a la mención de cada uno de sus platos emblemáticos para demostrar por qué se merece una tercera condecoración, o a los recuerdos sensoriales de su famosa mesa de quesos que sinceramente, se merece una gran ola. Pero nos desviamos del tema… Santceloni no es asequible para la mayoría de mortales, pero su sello de calidad ya se puede encontrar en un formato low cost que intenta mantener en alto su esencia. Así es como se abre paso Tablafina, un nuevo espacio dentro del NH Paseo del Prado en el que la Denominación de Origen se convierte en el protagonista bajo el asesoramiento gastronómico de Abel Valverde y David Robledo (jefe de sale y sumiller de Santceloni), así como con la firma del chef ejecutivo del hotel, Jesualdo Bermejo.
El turista que se haga la ruta de los museos, se encontrará de todo desde el famoso bocadillo de calamares de El Diamante, el Cuarto de libra con queso de McDonald’s y hasta el casticismo del Museo del Jamón. Pero ahora ya hay hueco para darle una oportunidad a los sabores más honestos de la gastronomía española porque en Tablafina buscan que el producto (¡bendito producto!) sea el principal atractivo, así como los rostros y las historias que están detrás de cada una de las marcas que los elaboran. Ejemplo número uno es la selección de quesos seleccionada por la Quesería Cultivo -siempre de pequeños productores-, las conservas de premium de almejas, mejillones o berberechos, así como los embutidos traídos de Guijuelo, Extremadura o Salamanca. Hasta sus patatas chips tienen procedencia gourmet al ser de San Nicasio y estar fritas en aceite AOVE Priego de Córdoba.
La idea de Tablafina es la de ser un laboratorio que nace en Madrid y que se expandirá a todas partes de España, siempre intentando comunicar los sabores de cada uno de los territorios en dónde se encuentre y la razón por la que aquí no podían obviar clásicos como los callos, el bocadillo de calamares (con mahonesa de ajo negro), el cocido y hasta los churros con chocolate.
Informal, casual y muy pero que muy amigable con el bolsillo, Tablafina llega para alegrarle un poco la vida a aquellos que se ven perdidos por la calle Atocha, sin rumbo, con hambre y con ganas de evitar caer en las garras del typical Spanish de antaño.
Paseo del Prado, 48. Madrid, 28014
Horario: de lunes a domingo de 9 a 23:45h.
Texto y fotos: Paula Móvil