Carles regresó de Nueva York con la idea de emprender en el mundo de la gastronomía, pasión que de paso sea dicho, ya llevaba en los genes. Así, cuando el equipo del Yurbban le propuso llevar el restaurante y el rooftop del hotel, vio claro que era el lugar idóneo para albergar su proyecto gastronómico y musical. Así nació Xibarri.
Xibarri recupera el recetario de la abuela y el padre de Carles, la tradición y las raíces de la gastronomía catalana más mediterránea para servir en el plato la cocina de toda la vida, al más puro estilo vintage, en un ambiente cosmopolita y desenfadado que dejará con muy buen sabor de boca a los jóvenes foodies amantes del arte del bon vivant.
Locales y visitantes podrán disfrutar, de la mano de la Chef Laia Julià de inolvidables desayunos, comidas y cenas en este oasis de paz en medio del bullicio de la ciudad condal.
Para empezar el día con buen pie proponen “l’esmorzar català” (desayuno catalán), con zumos de frutas ecológicas de Cal Rosset recién exprimidos, repostería hecha en su propio horno al estilo francés, embutidos y quesos de proximidad para acompañar un buen pan del Baluard con tomate de la Rioja y afrontar así la jornada llenos de energía.
Sus comidas y cenas son el delicioso sonido de la gastronomía mediterránea y a mí, personalmente, Xibarri me transportó a la mesa de la infancia. Como entrantes, la “xatonada”, ensalada de morro de bacalao de Perelló 1898, la coca “de recapte” con cebolla, tomate y pimientos asados con anchoas, y las croquetas de pollo de las de antes son imperdibles, más logrados incluso que en sus regiones de origen, con un producto de una calidad insuperable, son el mejor primer contacto con la cocina catalana.
Para ensalzar este festín, podremos deleitarnos entre las pastas, las legumbres, los guisados, las brasas o los pescados. Os aseguramos que cualquier elección será una apuesta asegurada, aunque si te cuesta tomar decisiones, déjate aconsejar y brinda por los macarrones al “tallant” (gratinados), la sepia con albóndigas de Girona, el clásico e insuperable chuletón de vaca vieja gallega cocido al vacío, o la cola de rape a la vasca, entre mar y montaña nuestro paladar viajará por lo mejor de la península ibérica. Para coronar el banquete endulzaremos nuestros platos con el milenario requesón fresco con miel o el pan con chocolate de Valrhona, aceite y sal. Cuidado, porque éste último promete adicción…
Pero en Xibarri garantizan un placer para los 5 sentidos, de ello se encargán Raquel Sogorb al frente del interiorismo y Gang and the wool, que lleva flores frescas a diario para celebrar la llegada de los comensales.
Y la experiencia no acaba aquí, en la azotea del hotel, el Xibarri sigue haciendo ruido. En su terraza de 360º con piscina y vistas a los edificios más emblemáticos de la ciudad, podremos relajarnos en su chill out, cocktail en mano, viendo la puesta de sol acompañados de música, conciertos y dj’s: el espectáculo está asegurado.
Por último, como primicia: este concept restaurant con terraza está en constante movimiento, así, se encuentran trabajando con el gran Carles Bonnin en una nueva carta y espacio de coctelería, las creaciones están pensadas exclusivamente para encajar con el ADN del proyecto, como el Spritz de ginger beer y Saint Germain. ¡Xibarri suena a exitazo!
Teléfono: 932 68 07 27
Horario: de lunes a domingo de 13.00 a 16.00 y de 20.00 a 23.00. Rooftop abierto hasta las 3.00 am de lunes a domingo.
Texto: Eugenia Torrent
Fotos: Anika Stieling