Rintaro es una izakaya que combina los mejores ingredientes californianos con técnicas japonesas tradicionales acompañados de una carta de bebidas espectacular.
Sylvan Mishima Brackett es el chef que puso en marcha la izakaya (taberna japonesa) Rintaro a finales del año pasado. Discípulo de Alice Waters, Brackett nació en Tokio y creció en California, donde su madre, japonesa, siguió cocinando la comida tradicional del país oriental. Con 29 años Sylvan hizo las maletas y se mudó al entorno rural del norte de Tokio para aprender a hacer noodles udon en el restaurante Soba Ro. Rintaro parece ser la evolución natural de su exitoso negocio de catering japonés, Peko-Peko.
En esta izakaya confluyen dos culturas gastronómicas armónicamente, el culto al producto fresco y de temporada tan arraigado en California casa a la perfección con la meticulosa técnica japonesa, poniendo en la mesa un producto final que no solo roza, sino que en muchos platos alcanza la perfección.
Los interiores, como no podía ser de otra manera, son minimalistas. El padre de Sylvan, Len Brackett, es un arquitecto y artesano de la madera formado en Japón y el que se encargó del espacio, cargado de detalles especiales. La barra del bar está elaborado con una única pieza de madera de cedro centenario que el patriarca guardaba para una ocasión especial desde los años 70.
Como buena izakaya, la carta de bebidas es fundamental y su selección de sakes exquisita. Lo más recomendable es pedir un set que incluye tres diferentes y experimentar. Las cervezas japonesas o los cócteles de té también son una buena opción.
El pescado tiene cierto protagonismo en la carta, que se divide en snacks, sashimi, verduras, platos de la casa, yakitori, fritos, pescado a la parrilla, platos principales y postres. Los aromas que se escapan de la cocina, abierta y totalmente a la vista, te cautivan irremediablemente y antes de probar bocado ya intuyes que será una cena que recordarás.
La tortilla de huevos de granja (Dashimaki Tamago) con caldo de atún fermentado y ahumado y gratinada con rábano japonés encierra -a pesar de su aparente familiaridad- un sabor sorprendente. Las alitas de pollo (Teba No Karaage) con salsa tare y sansho son una apuesta segura.
Los noodles udon envueltos en hielo (Zaru Udon) y hechos a mano son imprescindibles. Servidos con salsa fría tsuyu (hecha con caldo dashi, salsa de soja, azúcar y mirin) y cebolletas crujientes, son deliciosos y prueban que Brackett aprendió bien la lección en su estancia en el restaurante Soba Ro.
Rintaro fue incluido este año en la lista de los diez mejores nuevos restaurantes de Estados Unidos de la revista Bon Appétit y por lo tanto es muy recomendable reservar.
Rintaro
82 14th St, San Francisco, CA 94103
Horario: 17.30 a 22.00
Precio: 70 – 100 euros
Texto y fotos: Mónica R. Goya