Regresando de estudiar en Chicago, donde pudo experimentar la comida texmex foodtruckera en todo su controversial esplendor, Carlos decidió cambiar su carrera como publicista por un proyecto muy personal. De la mano de su socio y hermano Salvador, se dio a la tarea de crear un food truck de tacos muy singular, en el que coincidiera su interés por la gastronomía prehispánica con la pasión de su hermano por el rock and roll.
El inicio de Rockin’ Tacos, en 2012, fue difícil. Carlos lo describe como un limbo durante el cual tuvo que cerrar su negocio por largas temporadas, pues en aquel entonces los food trucks eran una fuerza poco representativa que nadie conocía. Pero lejos de sentirse derrotado, supo al poco tiempo hacer alianzas con marcas que le darían el impulso necesario para volar. Formó parte, entre otras iniciativas, del “Modelo Food Truck Rally” en 2015. Un reality show sobre ruedas que recorrió varias ciudades y con el que el Grupo Modelo buscaba conquistar el creciente mercado foodie mexicano. La consigna era sencilla: emplear productos regionales y maridarlos con cerveza. Inspirado por el éxito obtenido de tan grandes y motivadas audiencias, regresó a la capital listo para dar finalmente rienda suelta a su imaginación.
Antes que nada, Carlos se consagró a la concepción de un menú con mezclas de ingredientes tan sorprendentes como complementarios que le hiciera honor a una herencia culinaria que considera suya, dándole a la vez un twist rockero que definitivamente lo diferencia. Su materia prima abarca varios estados de la República según el clima que la propicia y la temporada. Menciona por ejemplo el uso del mezcal y del pulque en sus recetas, de los acociles y las hormigas chicatanas, del amaranto y el xoconostle, y lo más importante, tortillas hechas a mano en comales de barro. El “Chapulindie”, uno de sus tacos más exitosos, lleva chapulines tostados al epazote, servidos en una cama de nopales asados, tasajo a la plancha y guacamole de hoja santa. El “Camarock” viene con pulpo y camarones asados, un mix de coles y trozos de mango, todo bañado en salsa kosmoli, a base de ate de guayaba, chiles secos, miel de agave y mezcal. El “Rapstore” lleva poc chuc al pastor, una receta yucateca de cerdo asado al carbón que adoba al tepache y sirve con quelites, piña asada y cebolla morada. Para sabores más amargos está el “Suadark”, de suadero a la cerveza cubierto con una mermelada de chiles y piloncillo, acompañado de rábano, verdolagas frescas y cebollitas encurtidas. En cuanto a bebidas hay aguas de menta con chía, jamaica con naranja o guanábana con jengibre, todas deliciosas y súper refrescantes.
Rockin’ Taco es un food truck que se mueve bastante, generalmente en festivales de rock y demás encuentros culturales multidisciplinarios masivos. Se da sus vueltas también por lugares estratégicos de la ciudad durante la semana, donde lo esperan sus más fieles adeptos, mismos que han manifestado estar esperando con ansias a que eche raíces en un establecimiento fijo. Sabemos que probablemente por octubre de este año, sus plegarias serán escuchadas.
Parque Bistro Delta, Avenida Cuauhtémoc 496, colonia Narvarte, Ciudad de México
Horario: martes a viernes de 2 a 9 pm.
Texto y fotos: Guénola Bally