Comer en un restaurante italiano en una ciudad como Madrid es pan comido. Pero hacerlo en uno bueno… ¡eso ya es otro cantar! Para que tu familia adoptiva italiana de hace cuatro veranos se sienta como en casa, hemos seleccionado algunos de los mejores rincones de la ciudad donde homenajear al país de la dolce vita.
Un plato de carbonara (mal servido) fue lo que llevó al chef siciliano Andrea Tumbarello hacerse con las riendas del que ahora es uno de los restaurantes italianos de Madrid por excelencia. Él, su buen (y abundante) uso de la trufa y esas pastas frescas que presenta cuidadosamente en múltiples formatos han sido lo que le han convertido en uno de los grandes maestros de esta cocina tan adorada y asentada en nuestro país. Imprescindible probar la milhojas de burrata con carpaccio de buey y trufa y el solomillo a la pimienta. ¡Ah! Y cómo no la Bosconara -recomendación del restaurante-, una receta parecida a la carbonara clásica pero aderezada con queso Pecorino, boletus, agua de boletus deshidratados y yema de huevo. Y por encima, la imprescindible trufa negra rallada, su ingrediente estrella.
Foto: Magdalena Puigserver
La música de Franco Battiato y ciertos toques de salumeria clásica dan la bienvenida al comensal a Noi, el proyecto conjunto de Grupo El Pradal con el chef Gianni Pinto. Con los mismos mimbres que encandiló a la capital, este cocinero de Apulia reivindica los sabores italianos que se gestan al fuego en el corazón de las cazuelas, donde los sofritos, los fondos y las demi-glace dan sabor y sentido a una cocina en la que el alma y el producto coexisten.
Con la harina y la pasta como grandes herramientas, cada fusilli, spaghetti o rigatoni se embebe de sus condimentos, haciendo que ragús, pestos y otras salsas hagan que el paladar ponga rumbo a la Bella Italia.
Un bacaro es la taberna típica de Venecia a la que se acude para tomar un vino acompañado por «cicchetti», la versión italiana de las tapas españolas.
¿Qué no te puedes perder? El vitello tonatto, las pinsas romanas, uno de su platos estrella, y las pastas, destacando la carbonara originale (con yema de huevo, queso pecorino y guanciale) y los fetuccine con mantequilla de anchoa y panko.
Pegado a la Gran Vía se encuentra Lettera, una trattoría moderna dirigida por Francesco Ingargiola, un chef siciliano que ha elaborado una carta de base tradicional italiana pero con toques contemporáneos.
Para abrir el apetito te recomendamos empezar con el pan carasau con ricotta fresca, un plato típico de Cerdeña y los Arancine tan típicos de Sicilia. Como platos principales LAS PASTAS (sí, en mayúsculas) Francesco ha incorporado a su carta recetas típicas como la carbonara clásica (preparada con yema de huevo, guanciale y queso pecorino) o la pasta alla norma, tradicional de su Sicilia natal. Uno de sus platos estrella son los spaghetti frescos al parmesano.
La premisa de Fratelli Figurato es clara: ofrecer una pizza de calidad, que fuese artesana, ligera y no convencional.
Las pizzas están divididas en 3 apartados: tradicionales (donde están opciones como la margherita o la capricciosa), frescas (donde se encuentran las pizzas más healthys) y no convencionales (donde encontrarás pizzas creadas por Riccardo).
Si hay un ingrediente clave en el restaurante que Angelo Marino abrió hace más de un año ése es, sin duda alguna, la creatividad. Bueno, y la fusión de la cocina típica italiana con la nouvelle cuisine hispano-italiana.¿Explicado con recetas? Croquetas de patata y sobrasada de Cerdeña, el kebap de porchetta, la pizza de tuétano o la pasta a la amatricciana. Recetas para compartir -las raciones vienen bien grandes y cargadas- que uno siempre puede saborear y que se combinan con otras elaboraciones marcadas por la temporalidad. Aunque los entrantes, las pastas y las pizzas son todas de campeonato, recomendamos encarecidamente probar su tiramisú. Suave y nada empalagoso.
Foto: Nacho Alcalde
Davide Bonato y Daniela Rosso se conocen desde pequeños pero un bonito reencuentro en el resort perteneciente a la familia de éste, situado en la región de Piamonte, fue lo que les llevó a unir sus vidas y montar en Madrid un riquísimo proyecto: Gioia. Un local que trae un pedacito del Piamonte a través de curiosas creaciones donde el arroz y la trufa blanca tienen gran protagonismo. Aquí lo de ‘pasta+pizza’ es algo que no se estila mucho ya que, para empezar, no hay pizzas. Aquí lo que triunfan son recetas auténticas e innovadoras cuyo objetivo principal es sorprender al comensal. Y entre las que recomendamos destacan el huevo mórbido escalfado con costra de arroz venere, confeti de jamón ibérico y puerro crocante, el risotto con boletus, hierbabuena y gamba roja y los tallarines caseros con trufa, yema de huevo y «cacio nerone» un platazo espectacular.
Foto: Borja G.
Que la fusión de culturas, gastronómicamente hablando, lleva unos años instalada en nuestro país es algo que conocemos y hemos probado. Sobre todo en lo referente a combinaciones asiáticas y sudamericanas. Pero, ¿qué pasa si juntas la gastronomía argentina, la gallega y la italiana? Pues que obtienes exquisiteces como las que se pueden degustar en Mamá Chicó. Un restaurante especializado en pastas frescas que llegó a la capital allá por 2017 y se ha convertido en un referente de la cocina italiana. Su pizza de masa negra ha conquistado al público, pero también lo han hecho su burrata, la parmiggiana de berenjena y sus tartas, preparadas con mucho mimo en el obrador del restaurante.
Foto: Nacho Alcalde
Capazos llenos de calabacines, sillas de mimbre, platos apilados a la espera de sus comensales, servilletas con estampado de cuadros vichy dignos de un glamuroso picnic en la Toscana… Todo esto y mucho más es lo que uno podrá encontrar nada más cruzar las puertas del restaurante Fellina. Un restaurante muy instagrameable, con alma de trattoria y ubicado en pleno corazón de Chamberí que ofrece recetas de toda la vida, de las que hacía la ‘nonna’. Y es que aunque encuentres algún que otro plato de pasta (cómo no), aquí destacan otras elaboraciones como las berenjenas rellenas a la parmesana o los escalopines de ternera con mortadela, salvia y mantequilla. Los fans incondicionales de la pizza podrán saciar sus ansias con las originales pizzas fritas, muy parecidas al calzone pero con un punto de magia.
Foto: Elena R. Feijoo
Texto: Ana María Clemente