Con permiso de los buñuelos y las monas de Pascua, las torrijas son el postre por excelencia de la Semana Santa. No son nuevas, ni mucho menos, llevan desde el siglo XIV alegrando estómagos y acompañando alguna que otra copita de vino en numerosas tabernas madrileñas. Y junto al aclamado Roscón de Reyes, es uno de los dulces que más adeptos tiene. Se calcula que en Madrid se consumen entre 8 y 10 millones de torrijas al año, y aún así nos parecía poco. Por eso, como fieles defensores de este postre vamos a desvelarte algunas direcciones clave donde podrás saciarte sin remordimientos. Enjoy!
Cuando te acercas a Pan Delirio ya huele y sabe a Semana Santa. Elaboran su famosísima Torrija (ganadora del Premio Mejor torrija de la Comunidad de Madrid) al horno con su Roscón de Reyes.
Sus torrijas reposan durante 24 horas en una infusión con leche entera, nata fresca, cáscara de limón ecológico, miel cruda de azahar ecológica, canela en rama y vaina de vainilla.

Imagen: @pandelirio
Cristina Oria ha revolucionado Madrid ofreciendo una cocina casera, sin conservantes, elaborada con productos de calidad y cocinados con mucho mimo. Y así son sus torrijas elaboradas a partir de su roscón con agua de azahar, limón y naranjas naturales.

Imagen: Cristina Oria.com
La torrija cremosa de anís con helado de vainilla o la tarta queso (nacida de un error que resultó ser un acierto total) son otro de sus imprescindibles para terminar la comida en este restaurante.
Revolucionar el mundo sin gluten. Este es el lema de Sana Locura, un obrador donde el gluten no es bienvenido. Esta cafetería es el paraíso de los celíacos, quienes una vez dentro se pueden relajar y pedir lo que más deseen de sus vitrinas y estanterías.

Imagen: @sanalocuraglutenfreebakery
¿Alguna vez has probado una torrija de origen ibicenco? Si la respuesta es no, tranquilo porque el restaurante Sa Brisa está para remediarlo. Ubicado en pleno retiro y con una oferta gastronómica marcada por los productos mediterráneos, el local ofrece este tradicional postre pero con algún que otro guiño balear. ¿Y eso cómo se come? Pensarás. Pues concretamente acompañado con queso de cabra, helado de higos secos y almendras. Original, ¿verdad?
Con 125 años de historia a sus espaldas, un obrador situado en el número 8 de la Puerta del Sol y más de 200 referencias de productos entre los que destacan las icónicas napolitanas de crema y chocolate, las trufas o la tarta de nata con fresas, La Mallorquina es uno de esos locales que no pueden faltar en ningún ránking pastelero. Ni tampoco sus torrijas. Se elaboran siguiendo la receta original de 1894, a partir de pan artesano, amasado y horneado en su obrador. Para empezar se bañan en leche aromatizada con canela y limón, se pasan por huevo batido y, posteriormente, se fríen en aceite. Una vez escurridas se cubren de azúcar y canela y… listas para zampar.
Fue uno de los imprescindibles en la vida cultural y social madrileña. Y tras su renovación, un referente gastronómico que ha conseguido conquistar a paladares muy diversos a través de recetas castizas como las bravas, las croquetas, el cocido o las torrijas. Uno de los postres, junto a la tarta rota de chocolate, más demandados y más instagrameables del local. Normal, se sirve caramelizada, sobre un arroz con leche y un helado de violeta con flor incluida… Vamos, imposible resistirse.
“Empezamos a elaborar las torrijas el miércoles de Cuaresma y estamos con ellas toda la Cuaresma, Semana Santa y un par de semanas más”, explica José Fernández, Maestro Pastelero de Nunos, sobre uno sus best seller. “Buscamos siempre el sabor tradicional, sabores que nos recuerden a la niñez, pero con los hábitos de consumo de hoy
Es decir bajamos mucho los niveles de azúcar y grasa”. Y eso que elaboran más de 30 variedades cada temporada, y algunas de ellas con miel, tiramisú o toffe. “Somos el postre y lo que buscamos es un producto poco empalagoso lleno de sabores”, explica. Este año, la colección está inspirada en el vino. Son en formato pequeño y entre las más características destacan las de champagne y vermut. Pura originalidad.
Recientemente galardonado por elaborar la Mejor Torrija de la Comunidad de Madrid 2019 en la categoría Tradicional, el restaurante de los hermanos Hernández es otro de esos lugares imprescindibles en los que siempre hay que pedir postre. Y, en especial, su Torrija caramelizada con helado de caramelo salado. Una explosión de texturas y sabores con la que rozarás el cielo. ¿La clave de su éxito? “Buscamos el contraste y maridaje entre el dulzor de la caramelización de la torrija con el acompañamiento salado del helado de caramelo con sal. La parte más tradicional de la torrija es la mezcla que nos enseñó mi madre desde pequeños para empapar bien el pan: leche, nata, huevos camperos, azúcar y vainilla. Después del empapado le damos nuestro toque caramelizándola en lugar de freirla». Una delicia solo apta para pecadores.
Aunque muchos de vosotros hayáis leído sobre él en Plateselector.com , las torrijas de Montes de Galicia merecen mención especial en este recorrido goloso. Y es que a diferencia de las tradicionales, éstas se elaboran con nada más y nada menos que Bayleis y helado de galleta. Sí, son dulces. Muy dulces. Pero quienes disfruten con ese saborcito a licor, es el postre perfecto. ¿Quieres intentar reproducirlo en casa? Pues apunta los pasos a seguir:
- Mezclar la leche, el Bayleis, la crema de orujo y la canela para hacer la infusión y hervir durante unos 10 minutos (es al gusto del cocinero añadirle en este paso un poquito de azúcar o no).
- Una vez hervidos los ingredientes y realizada la infusión colocarla en un plato hondo. A continuación, introducir la rodaja de pan un total de 40 minutos, 20 minutos por un lado, 20 minutos por el otro.
- Pasados los 40 minutos, y una vez que el pan está empapado e impregnado de sabor, sacarlo y rebozarlo con el huevo batido.
- A continuación, freír la torrija con aceite caliente. Una vez que esté doradita por un lado, darle la vuelta para que se dore por el otro.
- Añadir el azúcar moreno.
- Presentar con el helado de galleta
Fotos: Cedidas por los restaurantes