Hay quien se enamora de la mirada, del físico, del corazón y estamos quienes nos enamoramos con el estómago. Si cuando escuchas San Valentín lo primero que piensas es “comida o cena romántica” ¡Eres de los nuestros! Dicen que si la barriga está llena el corazón esta contento. Así que hemos seleccionado los restaurantes más románticos de Barcelona y Madrid para ayudarte a decidir dónde será tu cita y qué comerás. Con quién, lo dejamos en tus manos.
La Barcelona foodie más romántica
En pleno centro de Barcelona, encontrarás Harry’s el restaurante más romántico del Grupo Isabella’s ideal para ir con tu cita. Además de ser un restaurante muy acogedor, con una decoración cálida y muy íntima, podrás disfrutar de una propuesta gastronómica italiana perfecta para recrear la película de La Dama y el Vagabundo. Toda su carta es impecable, desde sus platos para picar como las croquetas de gorgonzola, las coquetas de rabo de toro y pecorino trufado o los mini lobster roll de brioche (muy crunchy). Pasando por su tortilla a la carbonara trufada como entrante y siguiendo por la pasta, la reina de su carta, buenísima en todas sus formas.
Sus spaghetti alla carbonara te encantarán (siempre que seas un amante del queso) y si eres más de picante la penne all’arrabiata te robará el corazón.
Por último sus postres son una maravilla, el tiramisú fatto a mano es espectacular, además te quedarás hipnotizado/a viendo como lo preparan en directo y su cheesecake, va directo a nuestro Top 5.
Dirección: Passatge de la Concepció nº2 Bis 08008 Barcelona
Horario: lunes, martes, miércoles y domingo 13h a 1h / jueves de 13h a 2:30h / viernes y sábado de 13h a 3h
Tendrás más suerte encontrando una rana que cite a Proust y baile la Macarena que un habitante de Barcelona que niegue que Xemei es el mejor restaurante italiano de la ciudad.
Cuando consigues mesa en el Xemei, eso de que sea el mejor restaurante italiano es irrelevante ya que no se ven muchos sitios como este, ni siquiera en su propio país. Es un restaurante singular que transciende cualquier tipo de catalogación, del mismo modo que Koy Shunka es mucho más que un restaurante japonés. Estamos seguros de que hay más de tres restaurantes en Barna que prepararan excelente pasta casera, salsas de pomodoro y, sí, pizzas memorables. Pero en Xemei van más allá de ofrecer buenos platos con el toque justo de creatividad y buen servicio. Cuando ocupas una de las pocas sillas que hay entre los dos locales unidos por la cocina tienes la suerte de probar recetas poco vistas de una parte concreta de Italia, preparadas con un gusto muy agudo e ideas claras marcadas por una personalidad que sueña con comida.
Esta taberna veneciana, capitaneada por Alfredo, Pablo y Mauri en sala y el chef Marco Filipponi en cocina, es el sitio en Barcelona que más cerca que te vas a sentir de la preciosa ciudad de los canales y donde cada día es motivo de celebración. Aquí vas a encontrar cocina marinera con buenos productos (la calle Jerusalem está esquina con la Boquería) y clásicos como las sardinas en Saor escabechadas con pasas y cebolla confitada -imposible pasar por allí sin comer este plato- calamares de playa con verduritas, rissotto con Nero di sepia, gnocchi de patata con ragú de pato o la fragole, a medio camino entre un arroz y un cuscús con un fumet de pescado de escándalo.
Probablemente el mejor menú degustación veggie de Barna.
Rodrigo de la Calle, chef estrella (El Invernadero, en Madrid), aterriza en Barcelona para deleitarnos con sus deliciosas obras vegetarianas y con un equipo en cocina/sala tan atento y tan profesional que harán que te sientas como en casa – aunque sepas que jamás vas a tener una casa como el Almanac (¡qué bonito es parfavor!)-.
Entre Barceloneta y Born, al lado del Green Spot, está El Japonés Escondido. Bueno, con estas indicaciones, ya no estará tan escondido (ja…ja…ja, perdón).
Al entrar, a mano izquierda, verás el sushi bar, con su sushiman al frente haciendo makis con la delicadeza de un auténtico maestro. Y cuando das unos pasos hacia dentro, ¡bum! la cocina de fuego, a vista, para que veas también la destreza de los chefs mientras preparan algunas de las joyitas de su carta.
Fabiola Lairet es la chef ejecutivo y socia del restaurante japonés exclusivo en el ensanche de Barcelona. Ubicado en la calle Enrique Granados, con influencia californiana y nikkei. Donde Además del sushi, son imprescindibles las gyosas, el anticuchero, el toro soasado, y por supuesto los tempura rolls.
En el eixample barcelonés, Pepa Pla, un bar de vinos naturales rezuma romanticismo y descaro. Este emplazamiento albergaba una vieja librería, hecho que aún destaca en su decoración. Su propuesta gastronómica cuenta con variedad de tapas y platillos que unen sabores mediterráneos y sudamericanos. El viaje culinario no acaba aquí, su pizza Okonomiyaki con foie y mayonesa japonesa también puede transportarnos al país nipón.
Los colores y aromas que desprenden los platos son responsabilidad del huerto que siembran aquí mismo. No cabe duda que este desenfadado bar cuida de la experiencia de sus clientes con la misma dedicación que lo hace con sus tapas y vinos.
Imponente rôtisserie ubicada en el nº 465 de la Avenida Diagonal, el jefe de cocina Jordi Gotor mantiene la misma filosofía cuando afirma que “el sabor es la primera intención”. Pero detrás de esa idea hay una auténtica obsesión por obtener el mejor producto de proximidad, contactando con pequeños productores buscando la materia prima en origen. Una casa en la que se trabaja desde el amor al producto con una particular visión en la que la opulencia gastronómica de antaño ejerce de inspiración para enaltecer al verdadero protagonista: el sabor.
Por último, si quieres el pack completo, te recomendamos el Hotel Seventy. Han preparado un menú especial San Valentín para que lo disfrutes con tu pareja en pleno centro de Barcelona, rodeado de preciosos olivos. Descubre el menú en su perfil de Instagram.
La Capital más enamoradiza
El concepto de este restaurante gira en torno a la sencillez, aunque esta sea en cierto modo ficticia, ya que el trabajo que implica la simplificación de la perfección es muy complicado. Un restaurante que se inspira en las corrientes culinarias del norte de Europa, pero aportando lo mejor de nuestras materias primas. La carta está basada en el producto, y en lo que compran a diario en el mercado, por lo que muchos de los platos varían de un día para otro, aunque siempre tienen algunos fijos. Los postres se elaboran a la vista, por lo que puedes ver en directo cómo te preparan el postre que has pedido.
Un restaurante familiar al que cada generación aporta algo nuevo, pero siempre con un ojo puesto en su esencia, no cambie. Destaca por el buen trato que recibe el cliente y respeto absoluto a la materia prima que cocinan. Con una carta viva y cambiante en ella conviven un clásico de Hevia como la ensaladilla de ahumados y una cocina más fresca como el tartar de quinoa. Un clásico de la casa: el tocino de cielo, no podéis iros sin probarlo. Han creado su propio vino, hecho mano a mano con los responsables de Martínez Lacuesta y exclusivo para su restaurante.
Un restaurante dedicado a los sabores de Andalucía, donde descubrir sus matices y recetas más tradicionales de la mano del chef Manu Urbano. Intentando ofrecer una cocina de interior, con muchas recetas caseras, de su pueblo y familia. Como no podía ser de otra forma, aquí también se rigen por la temporada, esperando a la caza, las setas y las verduras en otoño y desvelando su máxima expresión. Aunque también hay sitio para los ya clásicos como su corvina al Jerez, que se ha convertido en el plato reclamado por los clientes. Además de la sala cuentan con una barra, un espacio dedicado al picoteo en el que se mantiene la tradición de ofrecer un tapa con cada caña.
La casquería está de moda en Madrid y los culpables están localizados en este restaurante de la calle Duque de Sesto, 48. Su líder es Javi Estévez, ganador del premio “Chef Revelación” en Madrid Fusión 2016 y el que se ha convertido en el rey del mambo con lo que respecta a cocinar unas manitas, hígados, sesos o callos de una forma actualizada y (casi) apta para todos los gustos. Vale, no sirven corazón, pero sí que tienes a tu disposición una cabeza de cerdo confitada y frita la cual te ayudará a descifrar si tu “Valentín” es tu media naranja. Si no sale corriendo al verla y no duda en meterle mano y regodearse en su sabor, es que has dado con tu pareja ideal.