Jordi Miralles trabajaba con su hermana en el Restaurante Comas, situado en la misma plaza que le da nombre, en el Barrio de Les Corts. Cuando ella decidió descansar un poco de este sector tan bonito pero esclavo, Jordi decidió abrir Senyor Vermut, hace poco más de un año. Como el mismo confiesa, no las tenía todas con él, ya que el local se encuentra en esa zona casi tierra de nadie (Provença esquina Viladomat), pero al final la localización en lugar de convertirse en un condicionante, Senyor Vermut se ha convertido en un nuevo imprescindible de la ciudad en muy poco tiempo.
Lo primero que me sorprendió de este lugar es que desde sus primeros días se ha erigido en uno de los lugares de peregrinación del estrellato coctelero de la ciudad, y casualmente no son los cocktails el reclamo. Entonces, ¿cuál es el secreto de hay detrás de Jordi Miralles y su equipo para ejercer con tanta fuerza de imán para una comunidad que le gusta divertirse y a la vez es tan exigente?
Seguro que son una mezcla de cosas: La simpatía y la calidez se perciben justo al cruzar la puerta, una gran selección de vermuts (más de 40 diferentes) y destilados. El conocimiento de Jordi respecto a la bebida de moda en Barcelona es casi inacabable. Las Bravas, como el resto de las tapas, de lo mejorcito que nos ofrece La Ciudad Condal a día de hoy. Variedad, calidad y cantidad.
A diferencia de otros sitios de moda, aquí nuestro bolsillo no sufre el éxito del local, y donde un vermut se puede alargar a comida o cena sin prácticamente despeinarnos. El vermut de la casa es espectacular, pero si queréis ir más allá atreveros con algún vermut italiano como el Reserva Carlo Alberto o el mismo Cinzano 1757 y podéis continuar con otros cocktails como un buen Manhattan, o un Negroni de mezcal, por ejemplo. Y más allá de las ya citadas bravas, el lacón, los calamarcitos o las mismas anchoas son de lagrimita.
Todo esto y más, en pleno Eixample izquierdo muy cerquita de Hospital Clínic. Así que os animo a hacer la excursión y aunque al llegar os lo encontréis abarrotado, con un poquito de paciencia y astucia, acabaréis encontrando un hueco, y entre tanto ajetreo, si cruzáis una mirada con Jordi, el ya se encargará de haceros sentir como en casa.
Dirección: C/Provença 85. Barcelona
Horario
Martes y miércoles: 18.00 – 23.00
Jueves: 12.00 – 16.00 y 18.00 – 23.00
Viernes y sábados: 12.00 – 23.00
Domingo: 12.00 – 16.00
Lunes cerrado.
Texto: Mauri Jiménez
Fotos: Sergi Fuster