Algunos días parece que nuestra cabeza no anda sobre nuestros hombros y se encuentra dispersa en mil asuntos. Son los días que nos dejamos las llaves de casa dentro del frigorífico o vamos al baño cuando nos dirigíamos a la cocina.
Da la sensación que la cabeza del diseñador gráfico Matija Erceg hace también combinaciones absurdas, pero en este caso las combinaciones son hechas intencionadamente y resultan ser sorprendentemente agudas. A través de su proyecto Serious Design este artista consigue esconder comida en objetos cotidianos. Matija comenta que el objetivo del proyecto es causar reacciones por parte de los espectadores, en concreto hacer que el público desee un objeto con el que simultáneamente se siente asqueado. Porque a este artista serbio le llama la atención que la comida se haga apetecible sólo cuando se presenta en un plato, y en cambio si se presenta en crudo, muchos sientan asco en el momento de interactuar con ella. Para él la comida es algo natural, y también debería ser posible poder usarla como elemento de juego.
«Desde que era pequeño me decían que era bueno dibujando. Photoshop me volvió loco a principios de los 2000, de hecho pedí prestado un ordenador a un amigo que nunca devolví. Sin embargo, nunca había hecho un proyecto artístico hasta Serious Design. Por primera vez me obligué a mi mismo a hacer un esfuerzo serio y no desviarme del tema hasta que no sintiera que había terminado. Ahora mismo, creo que estoy lejos de completarlo, pero me siento muy feliz de seguir involucrado en mi primer proyecto artístico serio», comenta Matija.
Ahora que cada uno que interprete si Matija habla también en serio o no.
Texto: Gemma García