Algunas a pie de calle (pero con climatización), otras con las mejores vistas de la ciudad, pero todas ellas con una buena y refrescante oferta coctelera y gastronómica para no echar de menos la playa.
La autenticidad y el buen comer se dan cita en la que será la terraza (y restaurante) más solicitada del verano. Se trata de la última apuesta de Jorge Llovet, fundador del restaurante madrileño Ramses, que aterriza pisando fuerte en la Plaza de la Independencia a través de un espacio interior que respira folclore por cada uno de sus costados y una terraza para desconectar del bullicio de la ciudad con vistas a la puerta de Alcalá. Presentada como una taberna cósmica-cañí, la propuesta gastronómica que ofrece este nuevo lugar es auténticamente castiza. Basta con echar un vistazo a su carta para comprobarlo: croquetas cremosas de cocido, el gazpacho andaluz, las albóndigas de ternera o la tortilla de patatas hecha al momento son solo algunas de las opciones que ofrece.
Precio medio: 25- 30 €
Picalagartos Sky Bar
Desde hace poco más de un año la Gran Vía madrileña cuenta con uno de los espacios más impresionantes del centro: Picalagartos Sky Bar. Ubicada en la novena planta del NH Collection Gran Vía la terraza es auténtico oasis para tocar el cielo con vistas 360º de la ciudad y disfrutar, al mismo tiempo, de la increíble propuesta gastronómica que ofrece Manuel Berganza, el nuevo chef ejecutivo de Azotea Grupo. Basada en tapas y platos castizos reinterpretados, destacan la Tortilla guisada con boletus y carpaccio, una delicia, los Torreznos crujientes con trincha, refrito de guindilla y ajo, las Croquetas de jamón o la Porra de bacalao con alioli guarnecido. Todo ello para combinar con la fresquísima carta de cócteles que firma el bangladesí Joel Jamal, quien ha tenido en cuenta los productos españoles y ha creado combinaciones que incluyen finos y olorosos, entre otros.
Precio medio: 30 €
Si este verano buscas un lugar donde desconectar con el mejor atardecer de Madrid, éste es tu sitio. Y no sólo por las vistas sino por la oferta gastronómica y coctelera que ofrece en pleno centro de la capital. Decorado como si se tratara de un patio colonial, cuenta con una carta bien surtida de platos con influencias de América del Sur donde triunfan las carnes a la brasa -la Picanha de res a la brasa con piña braseada es un must- y, cómo no, las arepas. Entre las que se ofrecen, destacan las de pollo estilo tinga poblana, guacamole, bacon crujiente y plátano y las de guacamole con pico de gallo y queso. Muy especiales son también los postres, elaborados de forma artesanal. Imprescindibles los Tequeños de Nutella con base de dulce de leche, un auténtico bombazo, y la Tarta de Guinness con zanahoria, queso y mermelada.
Calle Montera, 10-12. Azotea.
Precio medio: 30 €
Narciso Brasserie
Con tres años de andadura, una decoración que hace honor a los cafés del siglo XX y un concepto gastronómico centrado en el producto de temporada, Narciso se ha consolidado como uno de los lugares por excelencia del barrio de Chamberí. Y todo gracias a la perfecta combinación entre buena cocina, una coctelería clásica a la par que original, decoración y, cómo no, una terraza en la que disfrutar del buen tiempo y saborear las propuestas que el chef Mario Valles ofrece en su carta. El concepto es mucho más casual que su predecesor, el restaurante Hortensio, y en ella destacan platos como el Huevo Mollet con guisantes y brócoli, el Vitello Tonatto y Alcaparrones, la ensalada de tomate y burrata y el Lomo de atún rojo sellado a la plancha sobre una ensalada de quinoa. Además de las referencias saladas, los postres son un homenaje a la Colombia natal del chef, como puede comprobarse en el Merengón con almendras garrapiñadas bañado en crema inglesa, pero también en otras clásica e igualmente tentadoras como ocurre con la Tatin de manzana francesa.
Precio medio: 40- 50 €
Como si de una selva amazónica se tratara, Raimunda es el lugar idóneo al que querrás acudir este verano para hacer frente al calor. Rodeado de vegetación y ubicado en el Palacio de Linares (conocido comúnmente como Casa América), el restaurante se divide en tres zonas: el salón interior, una barra para copas y la terraza. Allí, entre sombrillas y árboles te olvidarás que estás en pleno centro de Madrid. Y si encima te dejas seducir por su oferta coctelera y gastronómica elevarás tu sensación de bienestar a la enésima potencia. No dejes de pedir su cóctel Tomys margarita o el Mojito criollo, son muy refrescantes y combinan genial con las Patatas hojaldradas con salsa brava de chipotle, el Tartar de bonito escabechado con aguacate o los Tacos de chamorro a base de cerdo asado desmigado, pico de gallo y cilantro.
Precio medio: 25-35 €
Midtown
Asis e Ingrid trabajaban en el mundo de la hostelería cuando un buen día decidieron regresar a su tierra natal y abrir un restaurante en el que ofrecer una cocina abierta todo el día que recordase a la infancia y vivencias de sus dueños. Y así se hizo. Para ello, contaron con el chef Carlos Fernández Miranda, tercer socio, quien ha elaborado una carta con influencias norteamericanas, latinas y, también, asiáticas. Entre las que triunfan, destacan los Short Ribs de Black Angus, el Sándwich Cubano o los Tequeños de Panceta. Y en el apartado de postres imprescindibles el lemon pie con merengue suizo o el brownie de chocolate al estilo americano. Pero lo mejor de Midtown no es solo la comida, la terraza, rodeada de palmeras, es uno de esos lugares en los que querrás quedarte sentada haya o no ola de calor.
Precio medio: 20 €
Babel Terraza
Ubicada en la última planta del Centro Comercial Bahía Center, en el distrito de Barajas, Babel Terraza invita a disfrutar de verano en distintos ambientes, desde el más formal en la zona interior del restaurante hasta el más relajado gracias a la zona chill out con sillones bajos donde saborear una variada carta de combinados. Su propuesta gastronómica es un viaje gastronómico por los cinco continentes. Y todo gracias a la cocina multicultural que ofrece el chef venezolano Laurence Orozco que se ve plasmada en recetas como los torreznos castellano cocinados a baja temperatura con un toque picante, las arepitas negras con salsa huancaína o el takoyaki de oreja con salsa brava.
Precio medio: 20-25 €
Texto: Ana María Clemente
Fotos: Cedidas por los restaurantes