La calle Barquillo tiene nuevo vecino. Skull St ha llegado al barrio en forma de “bareto atrevido”. Expliquemos el concepto. La idea de esta neotaberna, es la de rememorar los bares de toda la vida, con recetas reconocibles y tradicionales, a las que se añaden rabiosa actualidad y tintes viajeros.
El artífice tras este concepto, es el chef gallego Carlos Núñez, bien conocido por su amplia trayectoria como asesor gastronómico de diferentes conceptos tanto en Madrid, como fuera de la ciudad. Lo que ha querido en Skull St., su proyecto más personal, ha sido el reinventar el concepto de tasca de siempre. De esas ‘tabernucas’ del Norte donde se sirven tapas y raciones y todo gira en torno a una gran barra, y en las que se dan diferentes momentos de consumo a lo largo del día, desde el desayuno, hasta la comida entre amigos, pasando por la caña en la barra o el tapeo informal.
Cogiendo todas esas ideas, ha desarrollado en Skul St., un concepto callejero, pero no entendido en clave de street food, sino más bien por la gran presencia de una enorme barra con cocina en directo, que nos da la bienvenida nada más entrar de la calle. Tras ella surge la magia, “un delicioso desorden ordenado”.
El local, de estética urbana y underground, tiene una capacidad para 80 comensales. Decorado con partes de containers y mobiliario vintage, se divide en la amplia zona de barra con taburetes, una parte con mesas altas y bajas y dos comedores con mesas grupales. Con la llegada del buen tiempo, planean abrir una terraza en plena Plaza del Rey.
En cuanto a la oferta gastronómica, Carlos Núñez ha cogido un poco de su recorrido en restaurantes, mezclándolo con su esencia gallega y las recetas de bar. Así han creado una carta dinámica y viva que se compone de 20 platos y tres más fuera de carta. La idea es que este menú vaya cambiando, no tanto con la temporada, sino con las nuevas ideas del equipo de cocina, por lo que te aseguras que, si te conviertes en asiduo, podrás probar cosas distintas cada vez.
Con ese dinamismo que les va a caracterizar, han concebido platos divertidos, pensados para compartir y reconocibles. Por ejemplo, no puedes dejar de probar su reinterpretación de las croquetas que aquí se hacen de gamba y sepia, envueltas en una tempura y acompañadas de un alioli de ajo negro. También son imprescindibles la ensaladilla rusa que terminan con mojama de atún rallada al momento, las mollejas glaseadas con setas, unas alitas deshuesadas que confitan durante diez horas con especias y luego caramelizan, o platos principales como una increíblemente rica lasaña de pasta fina con zamburiñas y gambas gratinada al horno y la costilla de vaca glaseada con barbacoa japo y naranja. El postre perfecto pasa por una tarta de queso Gamoneu (asturiano) que sirven con maracuyá natural o membrillo casero.
¿Y de beber? Cañas bien tiradas, vermú de grifo, una pequeña oferta de vinos y coctelería, tanto clásica, como de autor.
Teléfono: 91 173 43 46
Precio medio: 20 euros
Horario: De domingo a miércoles de 12:00 a 01:00 horas. Jueves, viernes y sábados de 12:00 a 02:00.
Texto y fotos: Macarena Escrivá