Jenna Lyons, la conocida empresaria del mundo de la moda, afirma que la clave de su éxito reside en tomar sopa, ya que le permite comer con una mano y trabajar con la otra. Detrás de esta declaración de intenciones se esconde más amor al trabajo que gusto por la gastronomía, pero bien nos sirve para entender el valor de una buena sopa.
Este preciado alimento permite múltiples interpretaciones y buena cuenta de ello nos la dan en el restaurante Sopa, en el corazón del 22@ barcelonés, que abrió sus puertas en septiembre de 2013. El espacio, diseñado por el estudio Minim es enorme y diáfano, una especie de caja de cristal en la que entra mucha luz y que encierra una barra repleta de apetitosas propuestas, una pequeña tienda de productos ecológicos, montones de lámparas en suspensión, mesas de madera de diferentes tamaños y sillas coloristas rescatadas de aquí y de allá.
Este ecléctico espacio nos invita a trabajar en el portátil mientras tomamos un Yogi Tea o café del bueno, degustar sus propuestas a la hora de la comida y relajarnos comiendo un trozo de pastel casero por la tarde. Todo ello hace que su público sea de lo más heterogéneo, ya que en sus mesas podemos encontrar desde oficinistas encorbatados a turistas o familias jóvenes y modernas; todos ellos disfrutando de buena comida en un espacio agradable en el que suenan The Kings of Convenience y Chet Baker.
Sopa es un restaurante de comida vegetariana y vegana aunque a ellos les gusta huir de esas etiquetas y prefieren definirse como un sitio donde comer de forma saludable. Su punto fuerte -cómo no podía ser de otra forma- son las sopas, cocinadas a fuego lento durante tres horas, hechas con una base de cebolla o puerro y con infinidad de variaciones. Algunas de estas delicias humeantes son la sopa de dahl (lentejas sin piel), de calabaza y canela o de zanahoria y jengibre; servidas en boles gigantes y acompañadas de pan o arroz integral.
También ofrecen otros platos, siempre elaborados con productos de temporada, algunos más tradicionales como fideuá de alcachofa y brócoli o macrobióticos como su pastel de mijo con burger de lentejas u otras especialidades como el wok de arroz integral con champiñones y sésamo. Sus raciones son generosas, así que dudo que te quedes con hambre, pero si todavía tienes un hueco en el estómago te recomiendo que pruebes uno de sus postres, en los que siempre encontrarás una opción vegana, sin azúcar ni lácteos. En todo caso, escojas lo que escojas tienes la seguridad de que, además de rico, estás comiendo sano.
» Sólo trabajamos con aceite de oliva virgen extra, incluso para freír la tempura. La verdura que usamos es ecológica o de proximidad. Nada es congelado, todo fresco y cortado en cocina» nos dice Sete, el chef.
Además de restaurante, Sopa es un espacio con una vocación más amplia ya que también organiza charlas sobre alimentación y talleres de cocina impartidos por su chef. Pero no solo eso, ya que en breve abrirán un espacio para la práctica del yoga. El local de Barcelona pretende ser el buque insignia, aunque con la misma filosofía encontramos otros Sopa, uno en Madrid (donde además de comer podemos comprar piezas de joyería de diseño) y otros dos en Bali.
Sopa, restaurante vegetariano y vegano
Telefóno: 933095676
De lunes a viernes de 8:00 a 8:00 y Sábados de 10:00 a 18:00
Precio medio:10-15 euros.
Texto: Txell Hernández Gil
Fotos: Paula Belil