Sun Taka, uno de los mejores japoneses de la ciudad condal

Hemos catalogado a Sun Taka como una de las mejores aperturas de este 2019 y es que su chef, Mitsutaka Kawata, ha creado verdadera magia de puertas para dentro en su restaurante.

Con un estilo parecido al de una izakaya (taberna), este japonés de Osaka ha querido traer la esencia original de su país a las calles de Barcelona con una oferta orientada a mostrar los platos más típicos, dándole su toque único y personal.

No es fácil hacerse un hueco en el amplio mundo de la restauración en la ciudad condal pero cada vez más el público busca lo auténtico para poder conocer, de primera mano, la gastronomía de otros países y culturas, y Mitsutaka lo transmite a la perfección detrás de la barra elaborando cada uno de sus platos con texturas perfectamente conjuntadas y sabores que te hacen apreciar los sabores cerrando los ojos, para poder así captar la verdadera esencia después de cada bocado.

El saber cocinar es una auténtico arte, y da igual lo que te pidas en Sun Taka ya que cada detalle está perfectamente cuidado y a bien seguro que este restaurante no deja indiferente a nadie.

Aunque está presente en su carta, quiere alejarse del servicio que ofrecen otros locales típicamente japoneses con cartas centradas únicamente al sushi, las gyozas y los fideos.

Mitsutaka revindica los platos de verdad, los de toda la vida, dándoles un toque mediterráneo y utilizando productos autóctonos importados directamente del país asiático que complementan esa base tradicional japonesa, como una larga variedad de sakes o un sinfín de salsas que redundan a la perfección cada plato.

Para empezar: una ostra en salsa ponzu y huevas de salmón que de bien seguro te dejará fascinado.

Seguidamente unas vieiras tibias con setas salteadas en mantequilla de Soja, o una berenjena frita con águila, langostino y miso de albahaca. Un plato que parece sencillo, pero te inunda el sabor dentro de la boca.

Pero una de las elaboraciones más increíbles es su pulpo con papada ibérica, kimuchi japonés, parmentier, katsuobushi y un suculento huevo a baja temperatura que preside el plato.

¿Para acabar? Tampoco fallan, y es que el globo de Wantan relleno de crema de queso y mermelada de higos casera gusta a cualquiera, seas o no de pedir postre.