Taquería Mi Ciudad

Hay un rinconcito mexicano al que todo el que vive en Madrid ha acudido cuando entra el hambre matador que exige un buen taco. Bueno, en realidad son dos y son esos que todo cultureta gastronómico debería agregar a su lista: Taquería Mi Ciudad. A día de hoy no es nada raro saber dónde quitarse el antojo de tacos porque ya son varios los restaurantes mexicanos que lo hacen francamente bien, pero Mi Ciudad fue la primera que trajo el concepto de «taquería» a Madrid. Lo hizo hace 7 años abriendo el mini local que tienen en la calle Hileras cuando solo habían restaurantes de cocina Tex-Mex, cuando se había atrevido a hacerle un copy paste al concepto mexicano de entrar a un local, comerte un par de tacos a precio más que razonable, beberte un par de cervezas y salir de nuevo por la puerta. Mi Ciudad se atrevió y fue tal el éxito que al año, se abrió otro local más grande y con una carta un poco más amplia en la calle de las Fuentes.

Los de la gran idea de que el centro de Madrid por fin pudiera ofrecer unos tacos de calidad fue Manuel Gulias y su hermano, nacidos en el D.F pero residentes en Puebla. Llegaron a España hace ocho años y después de un tiempo trabajando en otros negocios decidieron probar suerte con el suyo propio. Al poco tiempo se les unieron sus padres desde México y con la experiencia de todos en el mundo de la hostelería dieron en el clavo para que sus locales estuvieran siempre llenos. Algo tienen esos tacos que hacen que la gente vuelva una y otra… y otra vez.

Será que en Mi Ciudad el secreto está en tomarse las cosas muy en serio, de disfrutar con los amigos, pasar el rato e hincharse a tacos. «Un poco de limón por aquí, un poco de sal, cebollita morada, un toque de esta salsa picante, de esta otra que pica pero no tanto y de esta otra que está tan buena que ya de paso le hecho doble dosis». Luego, toca ladear un poco la cabeza, así, como los perretes cuando no entienden qué pasa. Abrir la boca, acercarse a la mesa para no poner en peligro el pantalón recién lavado y dejar que el chorreteo del taco caiga justo en el plato a la vez que tú disfrutas. Tacos al pastor del D.F (con bien de piña y cilantro), mole de Puebla, cochinita de Yucatán, nachos con guacamole, michelada picantona, y unas gringas para rematar. ¿Lo mejor? Que aquí son majos no, lo siguiente.

Ya estás tardando en ir… o en volver.