The Fish & Chips Shop

A ritmo de persona “tipo” corremos frenéticos un miércoles cualquiera durante la pausa para comer que tienen los currantes “tipo”. Saciar el hambre en tiempo récord sin cargarte el estómago a golpe de “fast food” o vaciar tu cuenta en la opción fashion de turno no es tarea fácil. En una ciudad turística dónde apremian los extremos gastronómicos, encontramos el punto en que calidad, rapidez y precio se unen sin estar hablando de un concesionario.

Un diminuto local de la calle Rocafort esconde el mejor lugar para comer “Pescado y papas fritas” de Barcelona. Y es que igual que las mejores canciones se reinterpretan en español, la receta de Magid y Mani Alam junto a su equipo merece ser traducida como cualquier temazo de The Beatles.

Al llegar a The Fish & Chips Shop lo primero que pedimos no es un plato, sino turno. Tras ocho meses desde su apertura, el establecimiento consigue que los comensales esperen para probar la mágica revisión del plato insignia británico.

Desde Pakistán y con amor, Magid regenta un local en el que lo mestizo es protagonista. Los rebozados comparten carta con el hummus y en el público puedes observar personajes de toda raza, credo y condición, algo muy importante si tenemos en cuenta que, muchas veces, lo que llena un restaurante es una moda y no la calidad de su producto. Al ver que las corbatas conviven con las barbas nos damos cuenta de que no es el caso.

A pesar de que las propuestas se resumen en un pizarra de 1×1 metro, sorprende la fusión de los elementos que componen la corta lista de comida a elegir.

Edamame frito en aceite de trufa, hummus con tostaditas de papacham frito y pimientos del padrón rebozados componen un entrante perfecto para calmar el apetito mientras esperas el cucurucho que todo el mundo devora a tu alrededor.

En este lugar, el “fish & chips” se lee de manera diferente. El bacalao se cambia por una merluza previamente ahumada, rebozada con el toque dulzón de los corn flakes y las patatas, previamente caramelizadas, se convierten en algo más que un acompañamiento por la explosión de sabor que suponen. La salsa tártara de la casa ejerce de celestina y para maridar el pescado no hay nada mejor que un “Sarson’s vinegar”.

¿Para acabar el festín y volver al trabajo? No podía faltar el café Nomad.

The Fish & Chips Shop se convierte en la opción mayúscula si estás cerca o quieres acertar de pleno al elegir a dónde ir. Es inaceptable perdértelo y te quedarás muy fuera del panorama “gastro” barcelonés si no actualizas tu paladar por encontrarte una cola.