El restaurante The Palomar es uno de los mejores sitios en los que comer en el Soho londinense. Dedicado a la gastronomía de Jerusalén, publicaciones como GQ, Tatler o The Observer lo declararon el mejor restaurante de Londres en 2015, solo meses después de su apertura.
El restaurante tiene dos ambientes muy diferenciados. Nada más entrar está la barra del bar, que con dieciséis butacas es la cara más dinámica de The Palomar, ya que está situada frente a la cocina abierta y desde allí se puede interactuar con los chefs, ver cómo cocinan, o literalmente codearse con otros comensales. El fondo del restaurante, más discreto y menos bullicioso, está decorado con mucho gusto. Las mesas son cuadradas y redondas y los sofás corridos son de color azul real, mientras que las paredes están revestidas de elegante madera de roble oscura. La luz en gran parte de ese segundo espacio es natural gracias a un gran tragaluz.
La carta, que presenta platos modernos del Jerusalén de hoy, refleja influencias del sur de España, del norte de África y de los demás países del Levante mediterráneo. Está dividida en cinco apartados y tiene el detalle de mostrar los nombres de las personas que están trabajando en el restaurante ese día, tanto en la cocina como en la sala.
El menú cambia a menudo, pero sus cinco apartados se mantienen. En los entrantes (Rip & Dip) incluyen el delicioso Kubaneh, un pan yemení servido con tahini y con crema de tomates, así como calabacín con Tzatziki, una salsa de yogurt que también lleva menta, ajo, aceite de oliva, limón y que sirven cubierta de almendras.
La carta de bebidas incluye algunos vinos españoles (Txakoli, Albariño, Rioja), así como un vino israelí, Clos de Gat ’14, Chablis francés o Tokaji húngaro entre muchos otros. Los cócteles van desde los daiquiris hasta los diablos.
El apartado de alimentos crudos o curados (Raw. Cured. Chopped) incluye carpaccio de remolacha, paté de pollo o tataki de ternera. En la sección de alimentos cocinados (Stove. Josper. Plancha) hay opciones como la lubina con machluta (en este caso mezze de calabacín) y pulpo, acompañado de labneh y chimichurri o el shakshukit (una receta de carne picada) con carne de vaca y de cordero, yogurt, tahini, limón curado y harissa.
Los acompañantes son deliciosos, especialmente la berenjena con emulsión de queso feta, tomates, orégano fresco, cebolla crujiente y piñones.
El menú de postres no es muy extenso, pero no deja indiferente. El primero en la lista es el Malabi, un postre de leche con esencia de rosas, coulis de frambuesa, merengue de coco con crujiente de pistacho, frambuesas frescas y kataifi. También tienen helados y sorbetes.
Precio medio: 60 euros
Horario: Lunes a Sábado: 12.30h a 14.30h y 17.30h a 23h / Domingos de 12.30h a 15.30 y 18h a 21h
Texto y fotos: Mónica R Goya