“Cuando llegué a la Barceloneta era una península de Barcelona con sus costumbres, leyes y artes y oficios. Al abrirse Barcelona al mar desde el 92 y con el boom turístico, ha ido cambiando todo el barrio para ser una zona cosmopolita, con grandes paseos y con los servicios que requiere una Barcelona turística como la que tenemos”, no se nos ocurre mejor definición de la Barceloneta que ésta, proporcionada por Quim Marqués, dueño y chef del Suquet de l’Almirall. La oferta de la Barceloneta no es sólo la de «sol y playa», por eso os hemos preparado una guía para descubráis todo lo que ofrece este barrio.
Esta taberna situada en la Barceloneta mantiene la tradición de los sitios de pescadores donde la carta viene marcada por lo que ofrece el mar. Y es que Can Maño, en el mundo del pescado fresco, es toda una institución. Si, por el contrario, el pescado no es lo tuyo, no te preocupes, tienes a tu disposición diecisiete -que se dice pronto- opciones de platos combinados; caseros, clásicos y ricos. La berenjena rebozada y los pimientos son un primor.
Foto: Beatriz Janer
Esta bodega situada en la Barceloneta, al lado de la plaza del mercado, es un lugar imprescindible para tomar el clásico vermut. Hace diez años, Victoria Jaén y Agapito Soler compraron este bar añejo y con encanto. Bar de servilleta “Gracias por su visita” en el suelo, mesas de mármol, cartas colgadas en las paredes y ambiente familiar, que se caracteriza por su vermut casero, el vino en barrica y las buenas tapas. Para acompañar tu vermut con sifón, nada mejor que la Ensaladilla de cangrejo, las Anchoas del cantábrico, las Gambitas, la Tortilla de patatas o el Lacón ibérico con pimiento rojo.
Foto: Mar del Hoyo
Este restaurante representa la cocina marinera por excelencia desde 1989 de la mano de su conocido cocinero Quim Marqués, defensor y gran divulgador de la gastronomía con sabor a mar. Situado en pleno Paseo Borbón, en el emblemático barrio de la Barceloneta, El Suquet de l’Almirall ha visto cambiar todos sus vecinos manteniendo su esencia intacta. Su filosofía es muy sencilla; producto fresco, de temporada y arroz del Delta de l’Ebre.
Foto: Beatriz Janer
El Maians es mucho más que un bar de tapas. Este rincón en pleno corazón de la Barceloneta logra dar el servicio de un pequeño restaurante pero con la agilidad de los bares de toda la vida. Esto es posible gracias a las tablas de Indalecio Novis, hijo de un gran cocinero, que lleva viviendo el negocio de la hostelería desde que nació.
Este lugar emblemático de cocina marinera se fundó en 1903 y se hizo rápidamente conocido por sus pescados, mariscos y arroces entre los pescadores del puerto. Hoy en día, 112 años después, ahí sigue al pie del cañón. Almejas de carril a la pancha, berberechos de Galicia al vapor, cigalitas de la costa salteadas de sal y pimienta, espardeñas a la plancha son algunos de sus entrantes sencillos pero con producto excelente antes de empezar el festival de sus arroces; a banda; con espardeñas, nécoras o cangrejo real, caldosos; con bogavante nacional azul, erizos y vieiras, o fideuás.
Foto: Beatriz Janer
Una alimentación atractiva, que atrapa y engancha y que está en manos de dos grandes expertos en el arte culinario, Marcelino Jiménez y Yelel Cañas, ambos con larga trayectoria entre fogones y acompañados de Julia Kleist, especialista en cocina vegetariana. A tres bandas se ha elaborado una rica carta con grandes sorpresas. Un menú con más de 35 platos que se van adaptando en función de la temporada y los productos de esa estación. Carta con platos de la cocina mediterránea con notas de otras cocinas del mundo como la japonesa, india, mexicana, árabe, del sudeste asiático, latina y centro europea. Cada plato ha sido pensado e ideado a conciencia, tras un largo proceso de reflexión enfocándose no sólo en los sabores sino también en la gama de colores, combinando sabores, tendencias, salsas… y dando con la combinación perfecta.
En Bro trabajan un producto muy noble de la mejor manera posible. Las hamburguesas son artesanales, hechas con diferentes tipos de carne que les llega de Girona y Galicia, y aliñadas con una receta secreta, que les proporciona su particular toque “bro”. El pan de coca también es artesanal, las salsas homemade, y los demás ingredientes, de una altísima calidad.
Foto: Anika Stieling