La comida nos alimenta. Nos llena el estómago y nos da energía. A veces está muy buena y otras veces no lo está tanto. Todos sabemos que la necesitamos como al aire que respiramos. Lo que no todo el mundo sabe es que la comida cuenta historias. Cuentos mágicos que hablan de tradiciones ancestrales; de personas que viven en todos los lugares del mundo; de secretos guardados en despensas y saberes antiguos de la tierra. El soporte en el que leerlas es el plato, pero para entenderlas hace falta sensibilidad, además de paladar. Y al igual que hay cuentacuentos que saben contar cuentos, hay personas destinadas a ser narradoras de la comida. Veraguas es un proyecto que transmite estas historias, y Laura y Andrea les ponen voz.
Este proyecto nació de la necesidad de generar una nueva mirada hacia el mundo vegetal y hacia el alimento como herramienta social. Social en el sentido más real de la palabra. El alimento que habla de personas, conecta personas, es vínculo sobre una mesa y genera relaciones en todas las etapas de su producción.
A través de cinco servicios, ver en casa, catering, eventos, talleres y asesoría, transmiten estos valores, y lo hacen de la manera más sencilla: con cariño, amor, yendo a lo más esencial. Cuando uno se sienta alrededor de la comida, todo el mundo lo entiende. Ver en casa es el mejor ejemplo de ello. Laura y Andrea transportan a casas territorios, alimentos e historias en forma de almuerzos o cenas. Adaptándose al espacio y a sus personas crean experiencias mientras cocinan formando vínculos de aprendizaje y crecimiento alrededor de la gastronomía. No sólo se trata de comer bien. Gracias a documentos audiovisuales y el contacto directo con los comensales la comida se convierte en un medio en el que crecer.
Este buen hacer es la columna vertebral del resto de sus servicios. En sus talleres online hablan de un producto y lo extienden al máximo, enseñando a través de recetas cómo con muy poco puede hacerse mucho. En otros hablan de plantas silvestres, haciendo que las personas conozcan un mundo que tenemos muy cerca.
A esta filosofía le acompaña una propuesta gastronómica en consonancia. Partiendo de una base vegetal cocinan producto seleccionado: ecológico o silvestre, local y de temporada. Su cocina se crea día a día según lo que da el campo y este trabajo no sería posible sin un equipo de personas que creen y entienden el proyecto. Por ello, cada productor es amigo, familia. Jacko, Pau Santamaría, Paco, Daniel Jordá. Cada uno de ellos es un engranaje esencial creado en base al respeto y la confianza. Y gracias a esto el proyecto cobra sentido y se presenta de forma holística.
Veraguas ha nacido para revisarse constantemente. Con un objetivo claro, pero sin una forma definida, evoluciona y se adapta a las realidades cotidianas. Como el agua que baja por un río, o llena un vaso o riega el suelo, se amolda a su entorno y cumple su función en él.
Si Veraguas fuera una planta, un plato y una canción sería verdolaga, una planta silvestre, muy nutritiva y no muy conocida; puerro confitado con una placa de puerro deshidratado, plato propio que surgió a partir de un error y que es el claro ejemplo de cómo convertir algo ordinario en extraordinario; y Bird’s Lament de Moondog.
Texto: Claudia Polo Barrachina
Fotografías: Beatriz Janer