Martha Fayad y Nieves Boixader tienen muchas cosas en común: son una pareja amante de la gastronomía, del buen vino y siempre han trabajado en el sector de la hostelería, por eso han decidido embarcarse en una nueva aventura llamada ViveVino.
Un proyecto que nace en el corazón del barrio de Ruzafa, a escasos metros de su mercado donde se abastecen de productos locales, para acompañar a la estrella de la carta: los vinos naturales, es decir que no tienen sulfitos ni otros productos químicos. Vienen pisando fuerte la escena valenciana pues cogen el proyecto con ganas de romper con lo clásico: los típicos Rioja, Ribera del Duero o Rueda, y dejarnos algo más contemporáneo, capaz de atraer a un público curioso, innovador y preocupado por el medio ambiente.
En ViveVino trabajan con vinos ancestrales, en los que se utilizan uvas de cepas milenarias, que no se riegan y se vendimian a mano, proceso en el que se selecciona muy bien el grano. Por ahora, todas ellas, son de origen tanto local como nacional pero quizá en un futuro no muy lejano incorporen también otras internacionales.
En su carta podemos encontrar copas de vino con un precio máximo de 4,5€ de vinos naturales, ancestrales y orange (vino brisado), ideales para hacer una buena cata o un maridaje acompañado de sus ricas tapas. Lo interesante de todos ellos es que no contienen química y llevan un proceso de recolección manual más laboriosa y muchos de ellos se conservan en barricas, tinajas o ánforas de barro, no solo en depósitos inox. Por tanto, el producto final es arriesgado por su método de elaboración diferente, con el cual se logra un resultado excepcional y una indiscutible calidad.
En cuanto a la comida con la que acompañan a estos excelentes vinos, cuentan con tablas mixtas de embutidos y quesos, todos muy artesanales, donde utilizan producto tanto nacional como internacional, para darle la opción a sus comensales de conocer variedades muy interesantes, por ejemplo de quesos. También trabajan con diferentes productos en conserva como mejillones, aceitunas…
Además la chef que trabaja sin fogones, propone alternativas fuera de carta los fines de semana como la tosta de salmón gravlax, el foie francés, …… para testar la acogida del público. Y está abierta a probar cosas nuevas, siempre y cuando la calidad del producto lo merezca y se pueda conservar debidamente.
Todo ello en un espacio sencillo, luminoso, con buena música y siempre aconsejados por las expertas, que proponen con entusiasmo toda clase de vinos desde los más suaves hasta los más creativos. Y si no terminas la botella o te apetece comprar una para regalo, siempre puedes llevártela a casa junto con alguna de sus exquisitas tapas.
Texto y fotografía: Laura Torres