Xemei

Tendrás más suerte encontrando una rana que cite a Proust y baile la Macarena que un habitante de Barcelona que niegue que Xemei es el mejor restaurante italiano de la ciudad.

Lo curioso es que hablamos de un italiano que no sirve lasaña, ni pasta con salsa putanesca, carbonara o bolognesa. Tampoco es una pizzería. Es un restaurante de cocina veneciana contemporánea donde la única carne que sirven es cabrito de Lleida y tartar de buey holandés porque, como aclara el chef, Max Colombo: “En España ya no existe carne de buey, que nadie te diga lo contrario”. La verdura, según temporada, la obtienen de jóvenes horticultores del Prat y del Maresme. Pescados y marisco también forman parte de su carta y los encontrarás en platos fríos o salsas, como la Frutti di Mare o Veneciana –a base de cebolla pochada durante horas y rematada con anchoas en salazón–.

La idea de abrir un restaurante tan lejos de casa se le ocurrió a Stefano, hermano gemelo de Max. Llevaba un par de años en Barcelona dedicándose al mundo del diseño industrial y vio que “no había buenos restaurantes italianos.” Max, que trabaja en cocinas desde los dieciséis años y ha pasado por locales de nivel como Cipriani´s u otros –como él mismo dice– “de mierda”, no tardó en hacer las maletas y venir a probar suerte a la ciudad condal.

Ambos nacieron con don de gentes y eso les ayudó a hacerse un hueco entre los personajes pintorescos de la ciudad que, todavía hoy, siguen siendo fieles clientes. “Cuando viene Muchachito y no hay mesa libre, se sienta en la cocina con un taburete a comer y si tengo faena hasta me echa un cable abriendo la nevera para pasarme un pulpo o lo que sea,” relata Max. Otro aspecto necesario para triunfar en una ciudad que no es la de uno mismo es encontrar aliados que te ayuden. Los hermanos Colombo pronto hicieron migas con la elite de los gastrónomos locales como Carles Abellán o Albert Adriá que les aconsejaron en las primeras etapas. Hace años, tuvieron la suerte de encontrar el local a precio de ganga, un antro petado de yonquis en una zona que estaba bastante descuidada. Al estar a poca distancia del teatro del Grec, han gozado de visitas ilustres de artistas como Paolo Comte o Patti Smith, clienta habitual cada vez que pasa por
Barcelona y que, al enterarse del incendio que sufrieron el año pasado, les envió unos regalos desde Nueva York como muestra de apoyo.

Cuando consigues mesa en el Xemei, eso de que sea el mejor restaurante italiano es irrelevante ya que no se ven muchos sitios como este, ni siquiera en su propio país. Es un restaurante singular que transciende cualquier tipo de catalogación, del mismo modo que Koy Shunka es mucho más que un restaurante japonés. Estamos seguros de que hay más de tres restaurantes en Barna que prepararan excelente pasta casera, salsas de pomodoro y, sí, pizzas memorables. Pero en Xemei van más allá de ofrecer buenos platos con el toque justo de creatividad y buen servicio. Cuando ocupas una de las pocas sillas que hay entre los dos locales unidos por la cocina tienes la suerte de probar recetas poco vistas de una parte concreta de Italia, preparadas con un gusto muy agudo e ideas claras marcadas por una personalidad que sueña con comida.