Xerta Tapas Bar, un espejismo del Delta

Dicen que el Delta del Ebro es como un espejismo, es tan llano que se puede confundir cielo con tierra, tierra con agua y agua con vegetación. Posee tantos kilómetros de playas que cualquiera querría perderse entre su eterna naturaleza y tranquilidad.

Xerta Tapas Bar nos trae la biodiversidad del Delta del Ebro a la ciudad de Barcelona. Este restaurante nace hace casi un año en el hall del hotel Ohla Eixample a raíz de la idea de presentar a los clientes un formato de cocina un poco más desenfadado. Este estilo, traslada la maravillosa gastronomía típica de “Les Terres de l’Ebre” a la gran ciudad.

El chef Fran López, quien cuenta con dos Estrellas Michelín en la Guía Roja, ha querido apostar por una propuesta atrevida y fresca basada únicamente en las tapas, pero no unas tapas cualesquiera, se trata de una cocina informal, pero con productos de una calidad exquisita y muy elaborada.

Los hermanos López, quienes traen los productos directamente del Delta del Ebro cada lunes de la semana, recomiendan un menú muy completo y con carácter por un coste muy asequible en relación calidad-precio o bien varias tapas para compartir.

Se ofrece una amplia variedad de tapas que deja indeciso a cualquiera: desde tapas frías, como un jamón ibérico 100% de bellota “5Jotas o una “clotxa” de pan de coca, escalivada y sardina ahumada; pasando por algunas tapas calientes, como los mejillones con salsa marinera o las navajas, los falsos churros con chocolate (churros de bacalao con tinta de calamar y romesco), caracoles “de la boqueta roja” con mantequilla de hierbas y picada de tomate con sofrito de tomate o croquetas de rabo de buey.

Por otro lado, nadie se queda indiferente ante los platillos de carne y pescado como el canelón de pato salvaje con bechamel de trompetas de la muerte y trufa y las sepietas con cebolleta caramelizada, pimientos de piquillo y unos puntitos de alioli o “anguila amb suc”.

Y para quedarse con un buen sabor de boca, que no falte la dulzura de unos deliciosos postres típicos de la tierra, como “pastissets” de cabello de ángel o una escandalosa crema pastelera de arroz con crocante.