Hace 6 años en el Mercado de Antón Martín podías encontrar un pequeño puesto dedicado a la venta de productos japoneses, el primero del mercado. Yoka Kamada era su dueña, una japonesa que llegó a Madrid por amor y que después de 2 meses decidió abrir su propio negocio y de paso aprender a hablar español. La clientela del mercado no se caracterizaba por saber lo que era el sushi o en que consistía la comida japonesa. Yoka se tomó esto como un reto y fue dando muestras a las señoras que iban a hacer la compra en los puestos de los alrededores, introduciéndose poco a poco en el paladar del barrio.
Eventualmente esta chef japonesa decidió convertir su puesto en una barra de sushi bajo el nombre de Yokaloka, que de hecho se convertiría en la barra de sushi más pequeña del mundo. Eso fue hasta que ganó popularidad entre los vecinos. A causa de la constante demanda su equipo fue creciendo en número y desde el pasado marzo su barra aumentó de tamaño. El mercado es el mismo sitio dónde Yoka obtiene todo el pescado fresco con el que trabaja, así como los diferentes ingredientes que se le van ocurriendo para sus platos, por lo que su se convierte en el vínculo ideal entre el cliente y el mercado.
Entre Sashimis, Makis y Niguiris, destaca del menú el Chirashi, uno de sus platos estrella: un bol de arroz cubierto con sashimi de atún, pez mantequilla y salmón con la salsa especial Yokaloka, un derroche de placer. Sus platos son las recetas tradicionales de Japón pero suelen llevar toques que los adaptan al paladar mediterráneo. Huevos de codorniz, Trufa o Cebolla crujiente suelen dar el toque final a sus platos. Maestros japoneses afincados en Madrid se encargaron de enseñar el oficio a Yoka, quien ha hecho todo lo posible para que su equipo esté compuesto solamente por japoneses, ya que piensa que es algo fundamental para poder mantener la calidad de sus productos. “Hay más de 100 restaurantes japoneses en Madrid, y como mucho 10 están regentados por japoneses”, nos cuenta.
Es acercarse a Yokaloka un día cualquiera a medio día y darse cuenta de que lo que tiene Yoka entre manos es una auténtica máquina del sabor que hipnotiza a sus seguidores. Sus cocineros están continuamente preparando los pedidos que reciben por teléfono y minuto a minuto la gente se acerca a recogerlos, las butacas de ambas barras suelen estar ocupadas por clientes habituales o por aquellos que los acaban de descubrir. El Mercado de Antón Martín empezó con Yoka una transformación, modernizando sus puestos y haciéndolos más apetitosos para la gente joven. Yoka fue la pionera, y perseveró. Llegó para quedarse.
YOKALOKA
Calle Santa Isabel, 5 (planta baja). Madrid
610602722
Horario:
Lunes a Viernes de 10:30 – 21:00.
Sábado de 10:30 a 16:00.
Texto y fotos: Paula Móvil